- La cota de nieve se situará en la mitad norte en los 1.000 metros
- El viento deja cuatro personas heridas en el País Vasco
- El litoral gallego mantiene la alerta roja con olas de nueve metros
Así, los fenómenos costeros mantendrán con aviso rojo al litoral de Pontevedra, La Coruña, Lugo y Asturias y con aviso naranja a Cantabria, Vizcaya y Guipúzcoa, mientras que con menor nivel de riesgo (amarillo) estarán las provincias de Gerona, Murcia, Almería y Granada y las islas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera.
Además, el viento de hasta 140 kilómetros por hora mantendrá con aviso de riesgo o riesgo importante a veintiún provincias. El aviso por riesgo importante afectará a Asturias y Cantabria, mientras que el aviso amarillo se ha activado para las provincias de La Coruña, Lugo, León, Guipúzcoa, Huesca, Zaragoza, Teruel, Valencia, Albacete, Guadalajara, Madrid, Cáceres y Almería. Cáceres también estará avisada por precipitaciones.
En cuanto a las nevadas, los avisos afectarán a Lugo, Orense, León, Huesca y Lérida.
Con carácter general, la AEMET espera que nieve en cotas relativamente bajas en la mitad norte peninsular e intervalos de viento fuerte en zonas de costa y de montaña de la Península y Baleares.
Además, el cielo estará muy nuboso al principio del día en la vertiente atlántica y en el noreste peninsular y Baleares, con precipitaciones débiles que serán localmente moderadas. La nubosidad tenderá a disminuir y comenzarán a cesar las precipitaciones a lo largo del día, excepto en el tercio occidental peninsular, donde se esperan a lo largo de todo el día.
Los intervalos nubosos se producirán en el resto de la Península donde puede caer alguna precipitación débil. En Canarias habrá intervalos nubosos aunque los cielos tenderán a estar poco nubosos.
En cuanto a la cota de nieve, la AEMET apunta que se situará en torno a los 1.000 a 1.500 metros en la mitad norte peninsular y entre los 1.500 y 1.800 metros en el sur.
Las temperaturas experimentarán un ascenso ligero a moderado salvo en Galicia y en Canarias, donde permanecerán con pocos cambios. Además, el ascenso de las temperaturas mínimas podrá ser de carácter notable en muchas zonas de la Península.
Finalmente, los vientos soplarán moderados del suroeste en la Península y Baleares y podrían ser fuertes en las zonas de costa y de montaña. En Canarias serán flojos de carácter.
Cuatro personas han resultado heridas durante la tarde del martes, de las que tres han tenido que ser trasladadas al hospital, en Bilbao y en los municipios vizcaínos de Barakaldo y Portugalete debido a la caída de objetos de fachadas y golpes causados por las intensas rachas de viento.
Las ráfagas, que en varios núcleos urbanos de Bizkaia han superado los 100 kilómetros por hora, también ha causado el desprendimiento de dos planchas metálicas del revestimiento de la fachada del hospital de Cruces, en Barakaldo, lo que ha obligado a cortar provisionalmente dos carriles de la A-8 en sentido Cantabria, han informado a EFE fuentes del Departamento de Seguridad.
En Bilbao, un hombre ha resultado herido debido a la caída de una teja que le ha golpeado en el hombro cuando caminaba por la calle y, en Barakaldo, un hombre también ha sido golpeado por un cascote que se ha desprendido de una fachada en la calle Nafarroa. También en este municipio, a las una mujer ha resultado herida al caer al suelo derribada por el viento, por lo que ha tenido que ser atendida en un hospital.
El cuarto herido se ha registrado en Portugalete donde un hombre ha sido golpeado por un contenedor que ha volcado debido al viento, aunque en este caso, los servicios de médicos le han atendido en el lugar de los hechos.
El País Vasco sigue en alerta con aviso amarillo que estará vigente hasta el mediodía del miércoles.
En Galicia, cuatro personas han desaparecido engullidas por el mar desde el inicio de 2014 en la sucesión de borrascas y temporales que encadena la comunidad, con otras tantas alertas rojas en el litoral, en el invierno más lluvioso y ventoso desde 2001.
Juan Carlos Bedoya y su hija Patricia, de 55 y 25 años, desaparecieron en lo alto de los acantilados de Meirás, junto al faro de A Frouxeira, en Valdoviño (A Coruña), la tarde del día de Reyes, y junto a otro familiar, el único de los tres cuerpos que devolvió la marea. Otro hombre joven, un percebeiro furtivo de 34 años, desapareció en las rocas de Ribadeo (Lugo), casi en la frontera con Asturias, el 26 de enero.
El último episodio trágico ocurrió este domingo, cuando una ola gigante se llevó de un plumazo a un niño de 15 años que iba en bicicleta junto a un amigo por el paseo del faro de A Rapadoira, en Foz, también en la Mariña lucense.
