Los residuos proceden de una fábrica de tratamiento de
carbón que se encuentra junto al río Elk en la capital del estado,
Charleston
El gobernador del estado de Virginia Occidental (EE.UU.) declaró hoy la situación de emergencia en cinco condados debido a un vertido químico en el río Elk, al tiempo que pidió a los ciudadanos que no usen agua del grifo para beber, cocinar, limpiar o bañarse.
El
vertido procede de una fábrica de tratamiento de carbón que se
encuentra junto al río Elk en la capital del estado, Charleston, y
pertenece a la empresa Freedom Industries.
El agua del río
cargada con el químico "4-Methylcyclohexane Methanol" contaminó una
central de suministro de agua, lo que obligó a las autoridades a cerrar
escuelas, restaurantes y bares de cinco condados.
Antes incluso
de que el gobernador declarara el estado de emergencia, algunos vecinos
de la zona comentaron en la redes sociales que las cañerías olían de una
manera sospechosa "a licor", explicaron.
La alarma se disparó de
inmediato entre decenas de miles de ciudadanos afectados, que agotaron
las reservas de agua mineral de todos los centros comerciales de estas
áreas.