Por cuarto día consecutivo, la mitad de los
estados de EE.?UU. continuaban ayer bajo los efectos de una tremenda
tormenta polar que ha dejado temperaturas mínimas históricas. Escuelas
cerradas hasta mañana, vuelos cancelados y frío, muchísimo frío.
Donde más se están notando los efectos de esta
tormenta, descrita por los meteorólogos como un vórtice polar, es en los
aeropuertos, con unos 5.000 vuelos cancelados desde el jueves. Ayer
mismo, un avión que había partido de Toronto con treinta y cinco
pasajeros a bordo se salió de la pista helada al aterrizar en el
aeropuerto JFK de la ciudad de Nueva York, lo que obligó a cerrar
durante varias horas el aeródromo. No se produjeron heridos, pero por
seguridad se decidió cerrar totalmente el aeropuerto a partir de las
ocho y media de la mañana. Tres horas después volvía a operar al 100 %.
Pero ese cierre en uno de los aeropuertos con más tránsito de Estados
Unidos consiguió que el tráfico aéreo se complicara aún más porque se
sumó a las cancelaciones y retrasos que sufrían otros muchos aeródromos
de ciudades del centro del país y de la costa atlántica. Con 60
centímetros de nieve en algunos puntos del país, el tráfico se hizo
imposible.
Los termómetros seguían cayendo ayer domingo
hasta mínimos históricos con temperaturas por debajo de -20 grados
centígrados en muchas ciudades del centro y norte del país. Esas
temperaturas gélidas, unidas a los vientos polares, consiguieron que la
sensación térmica descendiera hasta los -50, -60 y hasta -70 grados en
algunos puntos. Temperaturas muy peligrosas, pues la exposición a ellas
puede provocar hipotermia y congelación en pocos minutos si no se lleva
la ropa adecuada.
También afectaba la tormenta a los deportes. Por ejemplo, el partido de fútbol americano de la fase de play-off
que se iba a disputar en la noche de ayer en Wisconsin se anunciaba
como el encuentro que se jugaría con más frío en la historia de este
deporte: se esperaba que la temperatura cayera hasta los -24 grados, en
un estadio descubierto. Por eso las autoridades advertían a los
seguidores que pensaban ir al campo a presenciar el partido que se
abrigaran con, al menos, tres capas de ropa.
Desde que comenzó la tormenta se han
registrado en EE.?UU. al menos doce fallecimientos atribuidos a este
fenómeno, pero las autoridades temen que si los ciudadanos no tomaban
precauciones, esa cifra pueda aumentar. La inmensa mayoría de los
estadounidenses afectados permanecían en sus casas o en lugares con
calefacción atentos a las noticias meteorológicas. Pero estas no eran
buenas. Para hoy se espera una tregua en algunas zonas (no en el norte),
con temperaturas algo menos bajas, pero el martes otra tormenta con
intenso frío entrará por la costa este y de nuevo los termómetros
caerán. La previsión de temperatura máxima para ese día en la ciudad de
Nueva York es de -11 grados. El único consuelo es que los meteorólogos
afirman que este tremendo frío no durará todo el invierno.