Un gran revuelo se formó ayer en Mieres
por una avería en una línea eléctrica que da servicio al casco urbano y
que dejó a oscuras durante una hora y medio a todos los vecinos,
negocios y tiendas. La hora en la que se produjo el incidente, al filo
de las tres de la tarde, propició un pequeño caos, sobre todo en los
establecimientos hosteleros a la hora de ofrecer el servicio de comidas
y, además, en un puente festivo. La avería quedó solucionada en torno a
las cuatro y media de la tarde, salvo en algunos puntos de la zona rural
mierense, donde la empresa suministradora fue restableciendo el
servicio paulatinamente.
El apagón se produjo por culpa de una
avería en un empalme de la red aérea a tierra ubicada en el entorno del
Pozo Barredo. Las causas del suceso aún están por determinar, pero
provocó un pequeño incendio en la torreta, que obligó a actuar a los
Bomberos, que tuvieron que extinguir las llamas. Según explicaron
fuentes de E.On España, la avería no es de las más graves y se pudo
solucionar de forma más o menos rápida.
El apagón se produjo torno a las tres de
la tarde. En un primer momento, se cortó el suministro durante unos
minutos y, posteriormente, se volvió a restablecer. Pero apenas cinco
minutos después de nuevo hubo otro corte de similar duración, y de nuevo
se restableció la luz. A la tercera fue la vencida. Con el tercer
apagón, el corte de suministro fue total durante una hora y media.
Los
Bomberos acudieron entonces al entorno del Pozo Barredo, donde
procedieron a apagar el pequeño fuego que se generó a causa de la avería
para que los técnicos pudieran proceder a la reparación del incidente.
Durante unos minutos, y con el fin de que el camión de Bomberos pudiera
operar con libertad, la Policía Local de Mieres procedió a desviar el
tráfico que circulaba por la calle Barrio Bazuelo hacia el campus
universitario y la barriada de Vega de Arriba.
En el centro de la
ciudad, los efectos del apagón fueron más notables. Muchos restaurantes
se vieron en un callejón sin salida al no tener electricidad para poder
preparar los platos de comida en una hora en la que ya había un buen
número de comensales sentados a la mesa. En otros centros como la Casa
de Cultura, los usuarios que estaban preparados para participar en las
actividades tuvieron que salir al quedarse sin luz. Lo mismo ocurría en
supermercados y establecimientos comerciales, cuyo funcionamiento se vio
afectado por el apagón.
Finalmente, a las cuatro y veinticinco de
la tarde, todo el casco urbano de Mieres volvió a tener electricidad.
En el valle de Aller, poblaciones como Caborana, Moreda o Felechosa
también se quedaron sin luz hacia la misma hora, aunque la empresa
suministradora no confirmó aún si se debía a la avería que provocó el
apagón de Mieres.