El rastro del montañero João Paolo Marinho se perdió el pasado noviembre cuando realizaba una ruta por el espacio protegido.
El último gran misterio de los Picos parece
resuelto. El servicio de montaña de la Guardia Civil recuperó ayer en
una zona del macizo occidental del parque nacional conocida como Cuestas
de Jou Sintierra el cadáver de una persona fallecida hace varios meses,
a juzgar por su estado. El cuerpo había sido localizado horas antes por
varios montañeros, quienes comprobaron que su documentación
correspondía a João Paulo Marinho, el portugués desaparecido en los
Picos de Europa hace casi nueve meses, cuando realizaba una ruta de
senderismo. Sin embargo, la Guardia Civil no confirmó ayer de forma
oficial la identidad del fallecido.
Fuentes del instituto armado aseguraron
que los restos mortales ya fueron trasladados ayer por la tarde al
Instituto de Medicina Legal, donde se realizará la autopsia y las
labores necesarias para determinar si, realmente, se trata del ciudadano
luso desaparecido en noviembre del pasado año. Este proceso puede durar
más de dos días, ya que, entre otras pruebas, se llevarán a cabo
comparativas de ADN.
El grupo de montañeros encontró el cadáver
en Cuestas de Jou Sintierra poco antes de las diez y media de la mañana,
cuando realizaba una ruta por la zona conocida como Torre Santamaría.
De inmediato, los excursionistas alertaron del hallazgo al 112-Asturias,
aportando las coordenadas para su localización. Esta información fue
derivada a la comandancia de la Guardia Civil para la puesta en marcha
de un dispositivo de búsqueda y traslado del cuerpo en el que tomaron
parte efectivos del grupo de montaña (Greim) de Cangas de Onís y la
unidad de helicópteros de la institución, basada en La Morgal.
La intensa niebla y las fuertes rachas de viento dificultaron el
operativo. Tras varias horas de trabajo infructuoso, en torno a la una y
media de la tarde y cuando el helicóptero se había desplazado a Cangas
de Onís para repostar, la Guardia Civil decidió un nuevo plan de
búsqueda, desarrollada en un área de 4 kilómetros cuadrados, que acabó
dando frutos. El cadáver fue localizado a las cuatro y media de la
tarde. Las adversas condiciones meteorológicas impidieron que se pudiera
realizar un examen "in situ" del cuerpo y de los efectos personales,
que fueron evacuados a La Morgal y, de ahí, al Instituto de Medicina
Legal.
João Paulo De Sa Guimaraes Marinho, de 31 años de edad,
era conocido en el país vecino por su afición al deporte extremo.
Especialista en pruebas de bicicleta, había participado con éxito en
diferentes campeonatos de 'mountain bike' por todo el mundo. También
tenía una empresa de trofeo de distintos eventos deportivos.
El
portugués desapareció el pasado mes de noviembre, cuando se disponía a
realizar el "Anillo de los refugios" en los Picos. Se trata de una
conocida ruta de "trekking" y senderismo que recorre puntos de Asturias y
de León, uniendo los distintos refugios del parque nacional.
Las últimas señales de vida dadas por
Marinho datan del 4 de noviembre. Ese día subió varias fotografías suyas
en el lago Ercina a diferentes redes sociales. Además, envió un mensaje
a una amiga en el que decía: "Voy a enfrentarme a la nieve". Su vuelta a
casa estaba programada para tres días más tarde. Sin embargo, el día 9
ante la falta de noticias y la imposibilidad de comunicarse con él, sus
allegados decidieron presentar una denuncia en el cuartel de la Guardia
Civil de Cangas de Onís.
El mismo día de la denuncia, su
vehículo fue encontrado en Posada de Valdeón. Al mismo tiempo que se
producía este hallazgo, equipos de rescate españoles y portugueses
iniciaron la búsqueda del aventurero. Efectivos especializados en zonas
montañosas rastrearon todos los puntos por los que Marinho habría podido
pasar, apoyados por equipos aéreos. El amplio dispositivo suspendió las
labores de búsqueda a los once días.