El Concello de Lugo y otros municipios gallegos han iniciado campañas para hacer un consumo responsable.
La ausencia continuada de lluvias desde hace más de
dos meses sigue preocupando a la Consellería de Medio Ambiente, que
instó ayer por la mañana a los ayuntamientos gallegos, especialmente a
los de la cuenca Galicia-Costa, a tomar medidas de concienciación
ciudadana para un control adecuado de los usos del agua.
La falta de precipitaciones y la elevada tasa de
evaporación causada por las altas temperaturas ha provocado que los
caudales de varios ríos se encuentren por debajo de lo habitual, si bien
la situación no es preocupante porque los embalses cuentan con reservas
para garantizar el abastecimiento. El director de Augas de Galicia,
Gonzalo Mosqueira, según el protocolo previsto en el Plan de Seca,
remitó a los 165 alcaldes de la Demarcación Hidrolóxica Galicia-Costa, a
los que se les recuerda que el pasado 10 de julio el estado de
prealerta por sequía.
Pese a todo, Augas de Galicia ha pedido moderación en
el consumo de agua y ha informado de que en los próximos días
habilitará la plataforma web SINA para recoger las incidencias
relacionadas.
El empeoramiento significativo de varios indicadores
en la Demarcación Hidrológica Galicia-Costa ha provocado que se declare
el estado de prealerta, siguiendo el protocolo del Plan de Sequía
aprobado en 2012.
Río Miño
El Concello de Lugo ha activado a instancias de la
Confederación Hidrográfica Miño-Sil la prealerta por sequía, implantando
medidas para el ahorro de agua con el objetivo de garantizar el caudal
ecológico del río Miño.
El concelleiro de Desenvolvemento Sostible e Persoal,
Daniel Piñeiro, avanzó que el Concello redujo a la mitad el riego de
jardines hace 15 días, y ahora lo hará al mínimo, como consecuencia de
las previsiones meteorológicas. «Aínda que a situación
actual das reservas non pon en risco directo os abastecementos dos
principais sistemas, os parámetros ambientais estanse vendo afectados», señaló.
Por ahora las medidas de ahorro se circunscriben al
ahorro de suministro en usos y destinos no prioritarios, como el baldeo
de calles y el riego de jardines, por lo que no afectan directamente a
la población. Del mismo modo también reforzarán los controles de agua
captada para el abastecimiento, al tiempo que ayudarán a mantener las
condiciones mínimas del ecosistema fluvial del Miño. «En todo caso
-subrayó Piñeiro-, se a sequía persiste habería que aplicar outro tipo
de decisións».
Otros concellos como Barreiros también han
restringido el riego de fincas y jardines; y son muchos los
ayuntamientos que ya han iniciado campañas de sensibilización.