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jueves, 9 de abril de 2015

SUPERVIVIENTE CRITICA EL RESCATE DE MARRUECOS

  • El único superviviente dice que su compañero estaba vivo cuando comenzó
  • "Ves como alguien que viene a salvarte hace tal chapuza", ha dicho Bolívar
  • Los cuerpos de Gustavo Virués y José Antonio Martínez han llegado a Madrid
Juan Bolívar, el único superviviente del accidente en Marruecos en el que otros dos espeleólogos españoles perdieron la vida, ha denunciado las condiciones en las que se realizó el rescate. “Solo veía lo de abajo, no era normal, no era previsible”, ha criticado  señalado al recordar cómo sacaron a su compañero José Antonio, fallecido, del cañón del Atlas marroquí donde habían sufrido el accidente.
Según ha explicado el policía granadino, en una rueda de prensa, su compañero José Antonio, herido tras caerse en el cañón de Wandras, pasó una noche entera sobre la camilla en la que iba a ser sacado del cañón, en contacto con el agua de la cascada.
Agentes de la Gendarmería marroquí llegaron a la mañana siguiente y llegado un momento a su amigo "solo se le veían las manos fuera del agua".  Después el gendarme "se dio cuenta miró hacia arriba y se marchó", ha agregado. Pasaron algo más de dos horas con su compañero en el agua hasta que llegaron agentes de protección civil que sacaron a Jose Antonio del agua.
Los espeólogos fueron localizados el pasado sábado en el interior del cañón, de 400 metros de profundidad, situado en la localidad de Tarmest en la provincia de Uarzazate, en el sur de Marruecos.
Montañeros españoles han criticado cómo se realizó el rescate y el hecho de que Marruecos no autorizase antes la llegada del avión de los equipos de rescate españoles. El ministro de Exteriores, García-Margallo, ha reconocido que hubo "disfunciones" en el rescate ya que el avión no pudo estar allí "cuando les hubiera gustado".
El agente de Policía Juan Bolívar, que fue rescatado ileso el pasado domingo por agentes de la Protección Civil marroquí, pudo salir por su propio pie del cañón tras el rescate y tras recuperarse en un hospital de Marruecos regresó a España el pasado martes en un avión del Gobierno español.
"Alguien que viene a ayudarte hace tal chapuza"
El agente de policía granadino ha asegurado en la rueda de prensa que siente "rabia e iimpotencia" al recordar como "alguien que viene a ayudarte hace tal chapuza", ha dicho en respuesta a las preguntas de los periodistas, tras explicar como "lo metieron" en el río.
"Si me dicen que iban a sacarle a pulso no les hubiera dejado", ha asegurado, refiriéndose al hecho de que no utilizaran ningún tipo de maquinaria en el rescate.
En la expedición, que comenzó el 27 de marzo, iban Gustavo Virués como líder, y José Antonio, ambos fallecidos, también Juan Bolívar, el único superviviente, Juan Bolívar padre y su hermano, Diego Bolívar, además de Juan Regel y David García. Los tres primeros se separaron del resto de la expedición para la ascensión del cañón.
"Era como una película"
"Todo pasó el domingo", ha recordado Bolívar, cuando su compañero Gustavo ascendió a la parte superior del cañón. "Debido al ruido (de la cascada no se escuchó bien si dejó libre la cuerda", ha explicado, y José Antonio se había quedado abajo para darle cuerda.
Tiraron de la cuerda para comprobar si había quedado libre y José Antonio decidió ascender "para tener contacto visual" con Gustavo. Una vez había ascedido, llegó a ver cómo hablaban los dos. Después vio a los dos cayendo, no podía creerse que estaba pasando de verdad. "Era como una película, no piensas que está pasando de verdad", ha explicado.
Tras la caída, Juan Bolívar se acercó primero a José Antonio que estaba más cerca, estaba herido, sangraba "abundamentemente por la cabeza", pero estaba "consciente, convulsionando", después subió a ver a Gustavo, lo encontró sin movimiento. "Lo di por muerto", ha dicho, y decidió bajar a atender a José "que tenía que aguantar".  Le ayudó a quitarse el arnés, lo desenganchó de la cuerda y le protegió con su ropa y con la de su compañero Gustavo.
Repatriación de los cuerpos
Los cuerpos de los dos montañeros muertos en un accidente cuando practicaban espeolología en un cañón de la cordillera del Atlas, en Marruecos, han llegado a primera hora de la tarde al aeropuerto de Madrid Barajas.
Los restos mortales del policía granadino José Antonio Martínez, de 41 años, y del abogado gaditano Gustavo Virués, de la misma edad, han llegado a Madrid en un vuelo comercial procedente de Casablanca junto a los familiares que se habían desplazado a Marruecos tras el accidente.
En el mismo aeropuerto, además de las familias, se encontraban para recibirles el Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el subsecretario de Estado de Exteriores Cristóbal González-Aller.
"Alivio" por la repatriación"
La familia de Gustavo Virués, uno de los dos espeleólogos fallecidos, ha expresado su "alivio" ante la repatriación de sus restos mortales. Un grupo de familiares de abogado de Chiclana de la Frontera se han desplazado a Madrid para recibir sus restos, según ha explicado el portavoz de la familia, Víctor Rangel.
También ha explicado que todavía no tienen más información relativa a cuándo podrán trasladar los restos de Gustavo a Chiclana para el sepelio, ya que la decisión depende de las autoridades judiciales.
Los profesionales del Instituto de Medicina Legal de Granada someterán este viernes a una segunda autopsia al cadáver del inspector de Policía José Antonio Martínez, después de que así lo haya autorizado un juzgado granadino, según han informado a Europa Press fuentes de la institución.
Precisamente, Marruecos ha asegurado este jueves que "no escatimó ningún esfuerzo" para rescatar a los espeleólogos, después de que familiares de los dos fallecidos y expertos en espeleología hayan puesto en duda que Marruecos hiciera todo lo posible por rescatarles.