El montañero alemán Jost Kobush grabó el instante en que
kilos y más kilos de nieve bajaron a toda velocidad por culpa del
terremoto.
"El suelo estaba temblando por el
terremoto
y tan pronto como vimos gente corriendo empezamos también nosotros a
correr para salvar nuestras vidas". El montañero alemán Jost
Kobush captó con su cámara uno de los momentos más brutales de la avalancha que afectó el
campo base del Everest. Kilos y más kilos de nieve bajando a toda velocidad por la ladera de la montaña como consecuencia del seísmo de 7.8 grados de magnitud que afectó
Nepal y que ha provocado más de 3.200 víctimas mortales, según los últimos recuentos.
En la grabación de Kobush se plasma el miedo que pasaron todos los
montañeros. "El suelo está temblando", se escucha al principio del vídeo.
Segundos después, más conscientes de la gravedad del momento, empiezan
las carreras en busca de un lugar seguro donde protegerse de la nieve.
Nervios, tensión, gritos e insultos, muchos insultos. Y, de golpe, el
gris absoluto, nieve por todos lados.
El impacto de la avalancha contra el campo base del Everest
es brutal. Las respiraciones se aceleran, la ansiedad de los
alpiniestas es máxima, incluso resguardados dentro de sus tiendas de
campaña. La tela no es defensa para la poderosa carrera de la nieve y el
hielo.
"¿Estás bien?", se escucha. "Sí, sí", es la escueta
respuesta de Jost Kobush, de 23 años, intentando recuperar el aliento,
hiperventilando, consciente de que su vida estaba en verdadero peligro.
Rodeados aún por la nieve, algunos montañeros intentan de sus tiendas
para comprobar el alcance del desastre.
"No, no, no. Espera,
podría venir más", grita desesperado uno de los protagonistas.
"Deberíais volver a vuestras tiendas", le espeta Kobush a los alpinistas
más atrevidos que ya han abandonado la seguridad de sus refugios.
"Quedaros juntos" es la consigna más repetida.
Los mil habitantes del campo base del Everest,
un improvisado pueblo que emerge cada primavera a 5.400 metros de
altitud, han vivido réplicas del terremoto y otras pequeñas avalanchas,
dejando devastado el complejo de tiendas de campaña. Las autoridades
hablan de 19 a 22 víctimas mortales y unos sesenta heridos. El portal
nepalí eKantiopur asegura que en la zona hay 217 desaparecidos.