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viernes, 12 de septiembre de 2014

BOMBEROS CONSIGUEN CONTENER EL FUEGO A LOS PIES DEL PUERTO DE XÁBIA

 El cambio en el viento durante la noche había trasladado el foco de peligro desde Dénia
 Han sido afectadas 439 hectáreas, de las que 413 son forestales, según los primeros cálculos
La mayor parte de los numerosos efectivos antiincendios desplazados al parque natural del Montgó se han concentrado desde la madrugada en la falda del cabo de San Antonio que recae en el puerto naútico de Xàbia. Esta mañana consiguieron detener el avance de las llamas hacia el núcleo de la localidad alicantina. Más de 200 personas fueron evacuadas en la madrugada del viernes, sumándose a las alrededor de 1.000 de Dénia —200 de las cuales esperan aún para volver a sus casas. Aunque el fuego que, según las primeras estimaciones, ha afectado a 439 hectáreas, de las que 413 son forestales no está controlado, los focos del mismo han sido delimitados y tienen bastante menos virulencia. Además, la temperatura ha dejado de ascender y sube algo la humedad.
 "Parecía lava", comentaba esta mañana Fernanda, una vecina del pueblo, refiriéndose al modo en que el fuego cayó desde el cabo hasta la cala del Tangó, muy cerca del puerto. "Las llamas que venían desde arriba eran impresionantes, lo llenaban todo de humo… estábamos realmente acojonados", enfatizaba por su parte Adam McRae, otro vecino de catorce años de edad, que fue al puerto a las seis de la mañana con su padre, Carson McRae, de origen inglés, para observar desde la distancia cómo evolucionaba el incendio.
A los diez medios aéreos movilizados por la Comunidad Valenciana seis helicópteros y cuatro aviones air tractor se han tenido que sumar otros cinco aparatos del Ministerio de Agricultura: dos aviones de la base Manises (Valencia), otros dos procedentes de las bases de Torrejón (Madrid) y Zaragoza y un helicóptero bombardero de la base de Caravaca de la Cruz (Murcia). Recientemente se han incorporado otros cuatro, lo que eleva el número de medios aéreos a 19. Hay, además, 21 autobombas, unos 120 bomberos del Consorcio Provincial de Alicante, unos 80 efectivos repartidos en dos dotaciones de la Unidad Militar de Emergencias y seis brigadas de emergencias.
Andrés y su mujer Meme observaban esta mañana desde la lonja de Xàbia cómo los aviones refrescaban pasada tras pasada el barranco por el que unas horas antes casi había llegado el fuego al pueblo, para evitar que se reavivara. Esta familia había sido evacuada ayer de Les Planes la meseta que prolonga el macizo del Motgó, de 750 metros de altura y separa Xàbia y Dénia hasta concluir en el acantilado del cabo de San Antonio, y temía que el desastre haya afectado a su vivienda: "A las seis y media de la tarde de ayer nos dijo la policía que teníamos que desalojar a causa del viento, así que bajé con mis suegras y las niñas al pueblo", cuenta Meme. "Sobre las doce de la noche pudimos ir hasta allí, pero al poco las llamas volvían a acercarse a nosotros. Nos hemos tenido que ir", narra.
Vecinos de Dénia hablan de varios focos en el origen del incendio, lo que da pie a pensar en causas intencionadas. Sin embargo, el consejero de Gobernación, Luis Santamaría, cree que aún es pronto para adelantar hipótesis. Desde el puesto de mando avanzado, al que también ha acudido este viernes el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha resaltado que aún no ha habido que lamentar daños personales.
De lo que no hay duda es de que el fuego se ha cebado sobre uno de los hitos paisajísticos del litroal mediterráneo español. No solo se han visto afectados zonas de matorral y pino. Todo el emblemático entorno del faro del cabo de San Antonio ha quedado arrasado. "Una imagen terrorífica", como comentaba un policía municipal que intentaba organizar a los desplazados. El alcalde de la localidad, José Xulvi, ha calificado de "desastre monumental" el incendio y ha resaltado el "tremendo" daño medioambiental que está suponiendo
Les Planes, la principal zona afectada dentro del parque natural del Montgó, es una meseta que prolonga el macizo del mismo nombre, que aloja una gran riqueza natural, con numerosas especies de plantas endémicas. Esta es la zona que huele a muerte. El manto verde que solía cubrir la planicie se ha teñido del gris de la ceniza.