El Monte Ontake, de 3.067 metros altura, comenzó a expulsar humo y cenizas a las 11.53 horas locales (02.53 GMT), señaló la Agencia Meteorológica nipona (JMA) en su web, donde también aconseja no acercarse al volcán.
El departamento de bomberos de Kiso, en la provincia de Nagoya, confirmó la muerte de una mujer que fue encontrada por los servicios médicos en la cima, mientras que unas 30 resultaron heridas de gravedad después de haber quedado enterradas bajo las cenizas.
Además, hasta las 21.00 hora local (14.00 GMT) unas 70 personas tuvieron que recibir tratamiento médico en los hospitales de las provincias de Gifu y Nagado.
La Agencia Meteorológica nipona prevé que se produzcan más erupciones que podrían afectar a los residentes más próximos y, en particular, alertó sobre la caída de cenizas volcánicas en un radio de 4 kilómetros en torno al volcán, aunque por el momento no considera necesaria la evacuación de las localidades cercanas.
No obstante, las autoridades han cerrado el acceso a las rutas por la montaña y evacuado a unos 230 senderistas.
La erupción ha afectado al tráfico aéreo en el aeropuerto tokiota de Haneda donde los vuelos acumulaban retrasos de entre 30 y 60 minutos, mientras que la compañía Jetstar canceló cuatro trayectos.
El dueño de un refugio ubicado en la montaña describió la erupción como "un ruido como el de un trueno", y relató que a continuación "el cielo se oscureció y cayeron unos 15 centímetros de cenizas sobre el suelo", en declaraciones recogidas por Kyodo.
El Monte Ontake es el segundo mayor volcán de Japón, detrás del Monte Fuji (3.776 metros), y se encuentra entre las prefecturas de Gifu y Nagano.
Su última gran erupción se produjo en 1979, cuando expulsó unas 200.000 toneladas de cenizas, mientras que en 1991 registró otra erupción menor y en 2007 provocó una serie de terremotos volcánicos.
Japón está situado en el anillo de fuego del Pacífico y cuenta en su territorio con más de un centenar de volcanes activos e inactivos.