Al menos 30 personas han sido encontradas este domingo en estado de "parada cardiorrespiratoria" en el monte Ontake tras su erupción.
Se teme lo peor para esta treintena de víctimas, dado que las autoridades japonesas tienen terminantemente prohibido confirmar a los medios cualquier tipo de fallecimiento hasta que no se haya realizado una declaración formal.
El monte Otake, entre las prefecturas de Nagano y Gifu, estalló en torno a las 05.00 de la madrugada, expulsando ceniza ardiendo por el cielo y a lo largo de tres kilómetros de su ladera sur. El emplazamiento, a unos 200 kilómetros de Tokio, es una de las zonas más populares entre los excursionistas.
Unas 150 personas quedaron atrapadas al verse sorprendidas por la nube de ceniza. Un vídeo publicado en Internet muestra cómo envuelve a los excursionistas, que tuvieron que esperar a que las autoridades diesen el visto bueno a su descenso.
De momento se tiene constancia de unos 40 heridos y además hay 45 personas que no han podido ser encontradas todavía.
Los vuelos del aeropuerto internacional Haneda de Tokio han sufrido retrasos además de cambios de ruta para evitar la nube de humo y ceniza. Sin embargo, se espera que vuelva la normalidad del tráfico aéreo a lo largo del domingo.