Los Mossos vuelven a interrogar a testigos y visionan las imágenes de las cámaras de seguridad de las calles
De "operación jaula" a operativo de "caza al hombre". El dispositivo policial montado a media tarde de ayer para atrapar al hombre que apuñaló, sin móvil aparente, a cinco personas en la zona alta de Lleida
continúa esta mañana activo al no haberse localizado todavía al
agresor. Pero la estrategia ha cambiado. Hay menos agentes en las
calles y más efectivos dedicados a la investigación. Los Mossos han
empezado ya a visionar las imágenes grabadas en cámaras de seguridad
ubicadas en las calles donde se consumaron los ataques.La prioridad de los investigadores es ahora identificar a ese hombre, de unos 35 años, piel oscura y que vestía con bermudas verdes y camisa a rayas. La pista del agresor se perdió en la Plaza del Treball, donde atacó a su última víctima. Y allí abandonó también el cuchillo de cocina usado en los ataques indiscriminados, que dejó clavado en la espalda de un hombre de origen paquistaní. Varios testigos aseguraron que el hombre huyó en dirección a los barrios de Pardinyes y Balafia, donde se concentraron las primeras batidas policiales.
Los investigadores no creen que el agresor haya abandonado Lleida (se montaron de inmediato controles en las estaciones de autobús y tren) y lo más probable es que esté escondido en algún domicilio. La colaboración ciudadana puede resultar, en este caso, de gran ayuda para los Mossos, han indicado esta mañana fuentes policiales. De hecho durante la noche y madrugada los agentes han entrado en algunos locales, como un locutorio cercano a la calle General Britos, tras recibir informaciones de ciudadanos que situaban allí al agresor. Al final la información resultó ser errónea.