Un amplio dispositivo continuaba anoche buscando al
adolescente de Foz al que el mar arrastró en el paseo de Laredo, que
bordea la playa de A Rapadoira. Según diversas fuentes consultadas,
A.?R., de 15 años, circulaba en bicicleta cuando una ola saltó el
espigón, y lo arrastró. Iba acompañado por otro amigo, también
adolescente y vecino de la localidad mariñana, que logró salvarse.
Algunos testigos dicen que este joven se sujetó a una de las farolas y,
cuando se levantó, agitó los brazos para pedir ayuda a las personas que
estaban contemplando el mar en el otro extremo de la playa. Tras una
revisión médica, fue trasladado a su domicilio.
Salvamento Marítimo recibió la alerta a las 18.20
horas y poco después se inició la búsqueda, en la que participó el
helicóptero Pesca II que, sobre las 21 horas, fue relevado por el Helimer 202, la Salvamar Alioth,
en el mar, y en tierra, miembros de la Guardia Civil, Policía Local,
Bomberos y Protección Civil. También se desplazó hasta el lugar una
ambulancia. El despliegue de medios en pleno espigón, entre los dos
faros, despertó la curiosidad de numerosos vecinos que llevaban toda la
madrugada y buena parte del día pendientes del temporal, que causó
cuantiosos daños materiales en puertos, paseos y casas a lo largo y
ancho del litoral mariñano.
Algunas personas que presenciaron lo sucedido
desde el otro extremo del arenal fueron los primeros en confirmar que el
desaparecido era un joven. Se sucedieron distintos nombres, pero la
confirmación oficial llegó poco después. Fue entonces cuando el alcalde
focense, Javier Jorge Castiñeira, y la delegada territorial de la Xunta,
Raquel Arias, que se había desplazado a la costa con el presidente de
Portos a supervisar los daños, se desplazaron de inmediato a la casa de
la familia del adolescente desaparecido. Anoche estaba prevista también
la llegada de un equipo de psicólogos del Gobierno gallego. Al parecer,
el joven simplemente les había dicho a sus padres que iba a dar una
vuelta en bicicleta con un amigo.
Al cierre de esta edición, desde Salvamento
Marítimo confirmaron que mantenían el operativo, sin concretar hasta qué
hora. Los medios de tierra tenían previsto continuar durante un tiempo
más con la búsqueda. Para hoy, a las nueve de la mañana, ha sido
convocada una reunión para coordinar el operativo que continuará a lo
largo de todo el día y que se ampliará a otros puntos de la costa
mariñana, según confirmó anoche el regidor que, junto con Pablo
Fernández, director xeral de Ordenación e Xestión dos Recursos Mariños,
siguió a pie de playa el despliegue.
Esta es la quinta víctima que se cobra el fuerte
oleaje en Galicia desde que empezaron los temporales, a finales de
diciembre. El pasado día de Reyes, tres miembros de una misma familia
eran arrastrados por una ola gigante en el entorno del faro de A
Frouxeira, en Meirás (Valdoviño). De momento, solo ha aparecido el
cuerpo de uno de ellos. Hace también una semana desapareció un vecino de
Ribadeo, de 34 años, que había salido presuntamente a coger percebes.
Tampoco ha aparecido el cuerpo, aunque continúa la búsqueda por tierra.
La de ayer fue la sexta alerta roja en poco más
de un mes por olas de más de diez metros, y la cuarta de la semana. El
mar de fondo que trajo Nadja coincidió con mareas vivas, lo que hizo que
el oleaje fuera todavía más impresionante. La boya de Estaca de Bares
registró a las 21 horas del sábado 12,77 metros de altura, un récord en
años.
Una borrasca al día
La situación no va a cambiar. Ayer de noche
estaba previsto que entrase una nueva borrasca, que mantiene las alertas
en el mar por olas de más de cinco metros y por vientos fuertes, de más
de 80 kilómetros por hora. Mañana, martes, se desarrollará otra, que
añadirá al viento, avisos por lluvias. Y el miércoles Galicia recibe la
tercera borrasca, una por día. Un mal tiempo que arrastra la comunidad
desde el 16 de diciembre, y que ha tenido como consecuencia que haya
llovido 30 de los 31 días de enero.