El operativo de búsqueda proseguirá hoy sus labores desplazándose desde La Poveda a la presa de El Soto.
El cansancio y la desesperación por la falta de resultados comenzaron
ayer a hacer mella entre los vecinos, amigos y familiares del joven
desaparecido en el río Ebro el pasado fin de semana. No obstante, una
vez más Lapuebla de Labarca demostró su generosidad y entrega a la hora
de tratar de encontrar a Vicente Garrido, un joven de 28 años de edad,
tercera generación al frente del restaurante Casa Curro de la localidad,
que acudió el domingo para pasear con sus perros al parque de La Poveda
sin que haya más pistas de él desde aquel momento. Pese a ello, la
hipótesis con la que trabajan los equipos de rescate es que el
desaparecido podría haber caído al cauce al ir a rescatar a su perra en
una zona de fuerte corriente. A partir de hoy, el trillaje del Ebro
dejará La Poveda para trasladarse a la presa de El Soto.
Pese al peligro que entraña el río en esta época, el operativo de búsqueda prosiguió ayer trenzando
las aguas con cuerdas que servían de elemento de apoyo a los buzos, que
tienen que luchar con una fuerte corriente, temperaturas muy bajas y un
fondo muy peligroso lleno de troncos, tocones y piedras. En ese
sentido, ayer se sumaron a las labores de búsqueda especialistas en
buceo de la Guardia Civil. En concreto, dos buzos, que llegaron junto a
varias unidades de Protección Civil de Logroño y un grupo de voluntarios
de Navarrete. Los buzos de la Benemérita, junto a los de la Ertzaintza y
los Bomberos de Vitoria, volvieron a reconocer La Poveda, los cauces y
las orillas.
El portavoz de Emergencias del Gobierno Vasco, José Antonio
Fernández, que no se ha movido del lugar desde que comenzaron las
operaciones el pasado domingo, aseguró ayer a los vecinos que el
objetivo es recuperar los restos del joven y que allí se continuará
trabajando hasta lograrlo, a pesar de las dificultades que plantea el
fuerte caudal del río Ebro y la gran extensión de ribazos e islas que
hay en la zona.