Al menos 28 personas han muerto y más de 200
se encuentran en paradero desconocido después de que un ferry se
hundiera frente a la costa de la isla de Cebú, en la zona central del
archipiélago filipino, tras colisionar con un carguero, según el último
balance.
El presidente de la empresa propietaria del ferry, Jun Tugud, ha
elevado a 28 el número de víctimas mortales, a la espera de que se vayan
recuperando más cuerpos del interior del barco. El ferry cubría la ruta
Agusán del Norte-Manila, que tiene una parada en la isla de Cebú. Hay
al menos 36 personas ingresadas en hospitales de la zona.
Según las últimas informaciones, 214 personas están aún en
paradero desconocido. "Todavía hay mucha gente desaparecida y tenemos la
sospecha de que podría haber más gente en el interior del barco", ha
explicado el comandante adjunto de operaciones de la Guardia Costera, el
contraalmirante Luis Tuason, en declaraciones a una radio local.
Los equipos de buceadores se preparan para iniciar la búsqueda en
el interior del ferry, de acuerdo con Tuason. Al menos 757 personas
--650 pasajeros y 107 tripulantes-- han sido rescatadas hasta ahora.
La empresa propietaria del ferry, 2GO, ha confirmado que en la
embarcación viajaban 841 personas --723 pasajeros, entre ellos 86 niños,
y 118 tripulantes--, por debajo del aforo máximo permitido de 1.010
personas pero por encima del registro oficial.
El sobreaforo y las irregularidades en el registro en estas
embarcaciones son prácticas habituales en Filipinas, un archipiélago de
7.100 islas, pese al mal estado de los ferrys.
CIRCUNSTANCIAS DEL ACCIDENTE
De hecho, el barco hundido, de 40 años de antigüedad, habría
solicitado un cambio pocos minutos antes del accidente, cuando enfilaba
el puerto, si bien no se ha esclarecido si el carguero, propiedad de la
compañía Philippine Span Asia Carrier, habría aceptado, según el jefe de
la Guardia Costera.
El presidente de la empresa 2GO, propietaria del ferry, ha
ratificado que los capitanes contactaron y ha señalado que el carguero
no cambió la ruta, tal y como habrían acordado vía radio.
Los capitanes de ambas embarcaciones han sobrevivido al accidente y
permanecen retenidos a falta de ser interrogados por las autoridades,
según Tuason. Según testimonios de uno de los tripulantes, el ferry se
hundió en apenas diez minutos tras colisionar con el carguero.
"Ocurrió rápido. Sentimos que el carguero nos golpeaba y, minutos
después, nos dimos cuenta de que nuestra embarcación se estaba
inclinando", ha manifestado el pasajero Aldrin Raman a los periodistas.
"Coguí un chaleco salvavidas y salté del barco. Vi a muchos pasajeros
haciendo lo mismo", ha apostillado.
"La colisión provocó un agujero enorme en el ferry y el agua
empezó a pompear, ante lo que el capitán ordenó la evacuación del
barco", ha explicado un tripulante a una emisora local. La mayoría de
los pasajeros llevaban el chaleco salvavidas poco antes del hundimiento,
según este testigo.
En cambio, otro pasajero, Jerwin Agudong, ha relatado que quedaron
atrapadas numerosas personas, como si "no fueran capaces de salir", y
ha asegurado que vio "cuerpos sin vida" en la zona.
Las autoridades filipinas han iniciado una investigación para
esclarecer cuántas fugas de fuel ha sufrido el ferry, una vez se han
detectado manchas en las aguas cercanas al accidente.