En la cuenca del Océano Pacífico
Noroeste, los ciclones tropicales pueden formarse durante todo el año
aunque la época en que es más probable su formación, así como los más
intensos, va de mayo a noviembre.
Por tanto, nos encontramos en una época
del año en que la formación de estos colosos meteorológicos es más
probable, y UTOR es buena muestra de ello.
En esta cuenca oceánica, tienen
jurisdicción varias agencias de seguimiento de ciclones, y es por ello
que los ciclones reciben dos nombre; el que asigna la Administración
Filipina de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos, o Philippine Atmospheric, Geophysical and Astronomical Services PAGASA; y el que asigna el Centro Conjunto de Advertencia de Tifones, o Joint Typhoon Warning Center JTWC.
UTOR es un peligroso tifón que tiene potencial para intensificarse aún más, antes de su impacto en la isla filipina de Luzón. Por tanto, y dado el historial de catástrofes relacionadas con el envite de tifones en el archipiélago de las Filipinas, sus habitantes se enfrentan a un nuevo grave peligro.
La figura superior muestra al imponente
ciclón tropical, con un ojo muy bien definido, y un grueso y denso
anillo convectivo que da fe de su buena organización y pistas sobre su
intensidad.
Tanto los pronósticos oficiales del Centro Conjunto de Advertencia de Tifones, o Joint Typhoon Warning Center JTWC, como los de la Administración Filipina de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos, o Philippine Atmospheric, Geophysical and Astronomical Services PAGASA, llegan a UTOR a atravesar la isla de Luzón.
La figura superior indica que el tifón se encuentra sobre aguas con un
elevado contenido en energía, lo que asegura su impacto como un poderoso
ciclón tropical, con alta capacidad de generar vientos huracanados
cercanos a los 200 km/h, y lluvias torrenciales capaces de provocar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.