La Guardia Civil espera llegar en torno a las tres de la
tarde al lugar de la sima del Acebo en el que creen podrían estar los
cuatro espeleólogos de Madrid desaparecidos desde el sábado en el
subsuelo del sistema del Mortillano (Soba). Los diez integrantes del
grupo de rescate -8 agentes del Greim y dos integrantes de Protección
Civil- han comprobado que el sistema de comunicaciones con el exterior
('Nicola') funciona. Pasadas las doce del medio día llegaron a la
galería conocida con el nombre de Fuente Fría y desde allí establecieron
el primer contacto con el exterior con éxito.
Si los cuatro madrileños no están en la zona de vivac
(refugio provisional) esperada, el equipo continuará adelante. La sima
del Acebo es muy larga por lo que las estimaciones dicen que podrían
salir de la cueva en torno a las ocho de la tarde. Si encuentran al
grupo solo pérdido, como esperan, y no hay nadie herido, regresarían
juntos si se encuentran en buen estado. Si hay algún herido, el traslado
en camillas podría prolongarse hasta dos días.
Los efectivos de rescate casi descartan que se haya producido algún accidente
y alguno de ellos se encuentre herido ya que, en estas ocasiones, el
proceder habitual es que el deportista más experimentado salga de la
cueva a pedir auxilio. Como esto no se ha producido, la principal hipótesis que barajan es que se han extraviado y que dado el tiempo transcurrido se han quedado sin luz. En ese caso, lo habitual es que se instale un vivac (campamento provisional) y estén quietos esperando el rescate.
Así lo ha explicado esta mañana el teniente coronel, Juan
Airas, jefe de Operaciones de la 13 Zona de la Guardia Civil, que se
encuentra en la zona junto a Carlos Villas, jefe accidental del Grein de
Potes que está a cargo del dispositivo de rescate.
Airas ha señalado que dados los rastreos ya realizados, los
efectivos de rescate creen saber dónde podrían encontrase los
espeleólogos.
Los cuatro madrileños emprendieron su ruta a primera hora de la mañana del sábado.
Se trata de la travesía que conecta la sima del Acebo con la cueva de
la Rubicera, con una duración aproximada de 12 horas, y ayer, lunes,
continuaban sin aparecer. El grupo de espeleosocorro del Greim de Potes y
efectivos de la Guardia Civil de Ramales los buscan desde el domingo
por la mañana, cuando unos compañeros que los esperaban fuera dieron
aviso a los servicios de emergencia.
David Fernández de Miguel, miembro del grupo madrileño
Espeleo Minas, al que pertenecen los cuatro desaparecidos, ha criticado
desde Madrid la lentitud en iniciarse el dispositivo de rescate,
mientras que Joaquìn, padre de uno de los espeleólgos, ha destacado
desde Madrid la atuación de la Guardiai Civil, aunque reconoce que la
espera "es dura".
Puntos de búsqueda
El sistema de cuevas de Montillano tiene una entrada por la
sima del Acebo y dos salidas posibles por Rubicera y por Mortero. El
lunes la Guarcia Civil exploró todo el tramo entre Acebo y Rubicera y
parcialmente la salida de Mortero y la sima del Acebo.
Falta de explorar un tramo, una galería horizontal entre
Rubicera y el Acebo que es dónde piensan, explicó Airas, que se
encuentran los espeleólogos. En este momento recorren esa zona ocho
guardias civiles del Grein y dos miembros del grupo de espeleosocorro
del Protección Civil. Son 7-8 kilómetros que se pueden tardar en recorrer hasta diez horas.
Si hay heridos, la Guardia Civil tiene listos 30 efectivos para ese rescate de emergencia, que además de atención sanitaria podría incluir pequeñas detonaciones para facilitar el paso de las camillas.
Los espeleólogos perdidos forman parte del grupo Espeleo
Minas de Madrid, «un equipo experto, que practica espeleobuceo,
integrado por gente con muchos años de experiencia», contó a este
periódico Paco Cuesta, espeleólogo del Club Abismo de Guadalajara que
fue, junto con su compañero Manuel, el que avisó al 112. Habían quedado a
cenar con ellos el sábado por la noche en el restaurante Coventosa
(Asón), pueblo en el que se alojan en una casa rural del mismo complejo
hostelero. Manuel y Paco son amigos de dos de los más veteranos del
grupo, Alfonso Gutiérrez Gómez (presidente del grupo Espeleo Minas), de
45 años, y Bruno Martínez Pledel, de 49 años de edad, ambos «muy
curtidos», que en esa ocasión acudieron acompañados de dos espeleólogos
más jóvenes que se están iniciando en este deporte, Joaquín Gómez
García, de 32 años, e Isabel Carrillo Gil, de 33.
El recorrido previsto parte de la sima del Acebo y termina
en Rubicera, «que dura unas 9 horas yendo rápido, y 11 ó 12 si vas más
tranquilo», pero podrían haber seguido otra ruta si se hubieran perdido.
"Mi hijo no tiene una gran experiencia"
En declaraciones telefónicas a Efe desde Madrid, Joaquín,
el padre de uno de los deportistas, ha explicado que no ha podido hablar
aún con el otro espeleólogo que no accedió a la cueva. Ha explicado que
su hijo no tiene una gran experiencia en cavidades como la de Rubicera,
con un desnivel que puede llegar a alcanzar los 552 metros.
"Ha ido a Soria y ha hecho alguna (cueva) en Madrid, pero
tampoco se había movido en grandes cuevas", ha asegurado el padre del
espeleólogo, quien ha puntualizado que los expertos en este deporte son
otros dos miembros del grupo, que estaba alojado en una casa rural en
Asón.
De momento, según ha señalado Joaquín, que está en contacto
permanente con la Guardia Civil, se baraja la posibilidad de que
ninguno de los cuatro espeleólogos esté herido y que la razón para que
aún no hayan salido es que se encuentren atascados en algún tramo de la
cueva.
"Dicen que es cuestión de tiempo el encontrarles", ha
explicado, a la vez que ha destacado el comportamiento de la Benemérita,
a pesar de lo cual ha reconocido que la espera es "dura" y que la
preocupación de la familia es "cada vez es mayor"". "Esto se está
empezando a alargar", se ha lamentado Joaquín.
La misma teoría de la Guardia Civil es la que baraja David Fernández de Miguel, miembro
del grupo madrileño Espeleo Minas, al que pertenecen los cuatro
desaparecidos, para quien la razón de que sus compañeros todavía no
hayan salido de la cueva es que "deben haber tenido algún problema
técnico".
Este espeleólogo ha dicho a Efe que esta "no es de las
cuevas más complicadas de la zona", aunque ha explicado que tiene un
desnivel entre la boca de entrada y la salida que obliga a hacer 'rapel'
en varios tramos de su recorrido.
"La única manera de salir es hacia abajo, y claro, si se te atasca la cuerda y no la puedes recuperar, te quedas atascado", ha argumentado.
Aunque desconoce si era la primera vez que entraban en esta
cueva, David ha asegurado que los cuatro espeleólogos -alguno de ellos
con más de 20 años de experiencia- habían estudiado su morfología y
conocían su dificultad.
El joven tampoco ha podido precisar el material de
supervivencia con el que sus compañeros entraron el sábado, aunque ha
especificado que para este tipo de expediciones se suele llevar mantas
térmicas y alimentos "para pasar el día", "como si fueras de excursión".
"Tampoco puedes llevar mucho porque tienes que hacer rapel con todo el peso que lleves", ha añadido David.