Los desaparecidos son tres filipinos en Camarines del Norte, otro en Batanes y el último en Pangasinan.
La cifra de afectados ha subido a 204.627 personas residentes en 16 provincias, de las que 11.855 siguen acogidas en centros de evacuación y otras 29.488 se encuentran en casas de familiares, amigos o vecinos.
Los daños a la agricultura ascienden a 722,4 millones de pesos (16,5 millones de dólares), mientras que la reparación de infraestructuras costará unos 209,9 millones de pesos (4,8 millones de dólares).
Un total de 738 viviendas fueron destruidas completamente y otras 5.130 resultaron con daños de distinta consideración.
Cortes de luz, clases suspendidas, carreteras cortadas, árboles caídos y áreas inundadas fueron algunos de los efectos causados por "Utor" tras entrar en el país la madrugada del lunes acompañado de copiosas precipitaciones.
El tifón, más poderoso en visitar Filipinas este año, abandonó el país al día siguiente y se encuentra actualmente en China.
Entre 15 y 20 ciclones azotan Filipinas todos los años durante la estación de las lluvias, que comienza sobre mayo o junio y acaba en noviembre, o se prolonga hasta diciembre, como ocurrió en 2012 con "Bopha", que causó más de 1.000 muertos, 850 desaparecidos y 6 millones de afectados.
La deforestación, la proliferación de yacimientos mineros ilegales, la escasez de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de los tifones y las inundaciones que afectan al archipiélago durante la época del monzón.