El epicentro del sismo se ubicó a 50 kilómetros de
profundidad y a 37 kilómetros al norte de la localidad china de Wangda.
Por el momento no se ha informado de víctimas ni daños
materiales.
Una serie de fuertes temblores se han dejado sentir en el
país asiático en las últimas semanas, causando importantes daños personales y
materiales.
A finales del mes de julio, la tierra tembló en
la provincia de Gansu en China central,
cobrándose la vida de 95 personas y causando 1.001 heridos, según las
autoridades.