El intenso temporal de frío, nieve y granizo generalizado que azota a
Asturias se recrudeció ayer y, aunque remitirá ligeramente a partir de
esta tarde, cuando se levantarán las alertas por nevadas y fenómenos
costeros, amenaza con rearmarse a partir del miércoles. La Agencia
Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que ese día nieve en la región a
nivel del mar.
En su segunda jornada de actividad, la
ciclogénesis explosiva que llegó a Asturias el viernes dejó ayer
numerosas inundaciones, especialmente graves en Ribadedeva y en el Bajo
Nalón, y obligó a cerrar al tráfico por nieve los puertos de San Isidro,
Tarna, Ventana, Connio, Leitariegos, La Marta y Bustantigo, así como la
carretera de Covadonga a Los Lagos. Además, resultó obligatorio el uso
de cadenas en otros 13 pasos de montaña de la región, entre ellos el de
Pajares, donde estuvo prohibido el tráfico de camiones durante todo el
día.
La nieve también condicionó la
circulación por el Huerna, aunque al cierre de esta edición no se habían
decretado cortes de tráfico. A pesar de que Aucalsa puso en marcha todo
su dispositivo invernal, incluyendo 17 camiones, algunos conductores se
quejaron de que por la mañana había demasiada nieve acumulada en la
calzada. Las espectaculares granizadas de la tarde también dificultaron
enormemente la circulación en las carreteras del centro de la región,
entre ellas la Autovía del Cantábrico (A-8) y la "Y".
El granizo
fue, precisamente, el gran protagonista de la jornada en Oviedo. Una
tormenta que descargó en torno a las seis de la tarde dejó cubiertas de
hielo las calles del centro de la ciudad, incidiendo en el tráfico.
Además, cayó un árbol en la calle Santa Susana, sin provocar daños
personales, y efectivos del área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento
estuvieron muy pendientes del estado del río Nalón a su paso por
Trubia. A última hora del viernes se había activado la alerta por
inundaciones y se temía un desbordamiento del cauce que, finalmente, no
se produjo, La zona con más riesgo se encuentra en el inicio de la
carretera que une Trubia con Avilés, donde se filtró algo de agua por un
lateral de la calzada. Se instalaron señales alertando del peligro,
pero no fue necesario cortar esta vía de comunicación.
En Gijón
hubo oleaje, fuertes vientos, mucha lluvia y tormentas eléctricas. Los
relámpagos provocaron que parte de los semáforos de la ciudad,
especialmente de la zona centro y del oeste, así como del barrio de La
Arena, no funcionasen durante parte del día. Lo mismo sucedió con los
datáfonos de muchos restaurantes. El fuerte oleaje obligó a extremar la
precaución a mediodía en la playa de San Lorenzo y en toda la franja
costera, donde se registraron fuertes rachas de viento. En las
parroquias rurales los desperfectos se concentraron en carreteras y
caminos inundados de Somió y Serín. También hubo cortes del suministro
eléctrico durante la madrugada del viernes al sábado, debido a la
tormenta.
En la comarca de Avilés, dos ríos, el Nalón
y el Raíces, se desbordaron y anegaron prados anexos, aunque el agua no
llegó hasta las viviendas. El Nalón se salió de su cauce a la altura de
Riberas (Soto del Barco). "Esperamos que no abran los embalses, porque
entonces sí que corren más riesgo las viviendas", afirmó una vecina de
la zona. El río Raíces se desbordó a su paso por Raíces Viejo
(Castrillón), sin ocasionar problemas. En ese mismo concejo se cortó el
acceso a La Peñona de Salinas y al aparcamiento de la playa del Dólar.