Tudela recupera "poco a poco" la normalidad después de que, tras las importantes inundaciones sufridas por la crecida del río Ebro, hayan comenzado ya las labores de achique y de limpieza de sus calles y casas afectadas.
No obstante, a la capital ribera le esperan "unos días de duro trabajo,
tanto para las personas que tienen que recuperar sus casas como para
los servicios públicos que tienen que reponer lo dañado", ha señalado Maribel Echave Blanco, concejal de Industria y Empleo por UPN en el Ayuntamiento de Tudela.
Echave, también presidenta de la Mancomunidad de la Ribera, que agrupa a 19 municipios de la comarca con casi 89.000 habitantes, ha precisado que "prácticamente" el agua ha desaparecido de las calles, salvo en algunas como San Julián y el Tubo, o Terraplén y San José, que todavía están cerradas por estar llenas de barro.
En aquellas vías en las que la inundación se ha retirado han comenzado
las labores de achique de agua, sobre todo en los garajes y bajeras de
la zona, y también se han iniciado los trabajos de limpieza.
De momento no se han evaluado los daños ocasionados, ya que "hay muchas viviendas afectadas", ha precisado Maribel Echave,
quien, tras manifestar que habrá que esperar unos días para poder
cerrar este asunto, ha augurado que "los daños serán importantes".
De hecho, todavía hay tudelanos que no han
podido regresar a sus casas, aunque se espera que, conforme se están
abriendo calles, prácticamente todos pueden regresar, o por lo menos
acceder a ellas, en las próximas horas.
Respecto al estado de ánimo de los vecinos, Echave ha
señalado que las primeras horas se vivieron con "mucho nerviosismo"
porque había "mucha incertidumbre" y no se sabía hasta donde podía
llegar el agua.
Después, cuando pasó el pico máximo, el pasado viernes, hubo "más
tranquilidad y un poco de resignación", aunque conforme van avanzando
las horas, ha dicho, "empieza a haber de nuevo nerviosismo". "Todos
estamos con ganas de que esto ya se pase para volver a la normalidad y
que la gente pueda volver a su casa", ha subrayado.
En cualquier caso, la presidenta de la Mancomunidad de la Ribera
ha indicado que "ha sido una avenida muy importante" y "en la medida de
lo posible todos hemos hecho lo que buenamente hemos podido". "Ahora
quedan unos días de mucho trabajo, de achicar el agua de los garajes y
de arreglas las infraestructuras afectadas, como los cuadros eléctricos,
que ahora toca reponer", ha concluido.