Tragedia en el río Sénia, nuevos desbordamientos en el Turia y el
Palancia y decenas de emergencias por achiques, personas atrapadas en
coches y desprendimientos en carreteras. La Comunitat volvió ayer a
amanecer repleta de agua y con zonas de la Ribera completamente
inundadas después de una madrugada de lluvias torrenciales. En Alzira
hubo picos de 86 litros por metro cuadrado en una hora. Al amanecer, ya
se habían acumulado más de 150, lo que supone uno de los registros más
elevados del paso del temporal.
La última hora del lunes acabó en drama en Cabanes. Un vecino de
Benlloch de 74 años falleció tras dar varias vueltas de campana el
vehículo que conducía. Su todoterreno fue a parar al lecho de una rambla
y allí fue rescatado, ya sin vida, por miembros del Consorcio
Provincial de Bomberos de Castellón. Según se desprende de las primeras
investigaciones, su muerte guarda relación con un accidente de tráfico y
el hombre no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
La segunda víctima mortal del temporal se confirmó sobre las once de
la mañana de ayer. Los bomberos encontraron el cuerpo de la joven de
Rossell de 21 años que el lunes por la noche cayó accidentalmente al río
Sénia en la Pobla de Benifassà. Medio centenar de efectivos de rescate
rastreaban la zona con el apoyo aéreo de un helicóptero de la
Generalitat. Trabajaron toda la noche, divididos en siete grupos con
especialistas de buceo y rescate.
Sobre las cuatro de la madrugada, los participantes en la búsqueda
encontraron un jersey de la víctima, pero todas las esperanzas se
esfumaron bien entrada la mañana, cuando un vecino alertó de la
presencia de un cuerpo de mujer en la zona de La Gravera, ya en La
Sénia, en Tarragona. Un equipo de salvamento de bomberos se desplazó al
punto del hallazgo junto a la Guardia Civil y confirmaron que, en
efecto, se trataba de la desaparecida.
Su caída al río se produjo sobre las siete de la tarde del lunes, en
la zona conocida como Molí de l'Abat. Al parecer, se precipitó cuando
intentaba rescatar a su pequeño perro que había caído inicialmente. Iba
acompañada por su novio y su padre. Ambos se lanzaron al agua para
salvarla, pero la fuerza de la corriente se la llevó sin que sus
allegados pudieran hacer nada. Al can lo engulló también el río. Fue
localizado a unos 500 metros del lugar del accidente, sobre una piedra.
Los bomberos intentaron acceder al animal con cuerdas, pero la fuerza
del caudal hacía la maniobra de salvamento muy arriesgada y optaron por
desistir.
Mientras, Alzira vivió horas de caos tras el tremendo aguacero caído
de madrugada. Otros municipios como Carcaixent también vieron cómo sus
calles se convertían en auténticos lagos y todos sus accesos por
carretera quedaban cortados durante unas horas.