La alcaldesa dice que el pueblo está "preocupado,
pero no alarmado" . La CHE aumenta el caudal de desembalse y no descarta
seguir haciéndolo.
El embalse zaragozano de Mequinenza, que se encuentra en el límite con Cataluña, superó ayer su capacidad debido a la crecida del Ebro, y ya está al 101,35 %. A las siete de la tarde de ayer, el embalse había alcanzado los 1.554,73 hectómetros cúbicos de agua y las previsiones pasan por que continúe subiendo el nivel, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Aunque el agua ha superado la capacidad del embalse, aún tiene margen para crecer, ya que el nivel del 100% de agua se sitúa a una cota de 121 metros de altura, mientras que la presa mide 124, por lo que tiene capacidad para que crezca el nivel tres metros más.
Por el momento está entrando agua a un caudal mayor del que sale, por lo que el embalse está acogiendo más volumen de agua, explicaron las fuentes de la CHE.
Precisamente, la CHE se vio obligada a sobrepasar el límite de desembalse de 1.600 metros cúbicos por segundo en el sistema Mequinenza-Riba-Roja d'Ebre- Flix, donde se aumentó el caudal de desembalse a 1.800 para absorber el gran caudal de agua procedente de Navarra y Aragón. Por el momento, no está previsto aumentar ese caudal de desembalse.
En el caso de que el nivel del agua creciera, la solución sería desembalsar más agua, lo que afectaría a las localidades de la ribera baja del Ebro, no a la propia presa o al propio pueblo de Mequinenza.
Cuando el nivel del embalse estaba situado al 100,25%, la alcaldesa de Mequinenza, Magdalena Godia, afirmó que en el pueblo estaban "preocupados, pero no alarmados".
Por su parte, la presidenta de CHA en el Bajo Aragón Caspe, Prado Murillo, mostró su inquietud por la situación y envió una pregunta a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para conocer los riesgos a los que se expone la población.
En Cataluña, el caudal del Ebro se mantienía ayer elevado con motivo de las maniobras de desembalse que se están realizando en los pantanos de Mequinenza, Riba-Roja y Flix.
Las afectaciones previstas son la inundación de las zonas de cultivo más cercanas al cauce del río y algunos servicios en el exterior de los cascos urbanos.
El embalse zaragozano de Mequinenza, que se encuentra en el límite con Cataluña, superó ayer su capacidad debido a la crecida del Ebro, y ya está al 101,35 %. A las siete de la tarde de ayer, el embalse había alcanzado los 1.554,73 hectómetros cúbicos de agua y las previsiones pasan por que continúe subiendo el nivel, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Aunque el agua ha superado la capacidad del embalse, aún tiene margen para crecer, ya que el nivel del 100% de agua se sitúa a una cota de 121 metros de altura, mientras que la presa mide 124, por lo que tiene capacidad para que crezca el nivel tres metros más.
Por el momento está entrando agua a un caudal mayor del que sale, por lo que el embalse está acogiendo más volumen de agua, explicaron las fuentes de la CHE.
Precisamente, la CHE se vio obligada a sobrepasar el límite de desembalse de 1.600 metros cúbicos por segundo en el sistema Mequinenza-Riba-Roja d'Ebre- Flix, donde se aumentó el caudal de desembalse a 1.800 para absorber el gran caudal de agua procedente de Navarra y Aragón. Por el momento, no está previsto aumentar ese caudal de desembalse.
En el caso de que el nivel del agua creciera, la solución sería desembalsar más agua, lo que afectaría a las localidades de la ribera baja del Ebro, no a la propia presa o al propio pueblo de Mequinenza.
Cuando el nivel del embalse estaba situado al 100,25%, la alcaldesa de Mequinenza, Magdalena Godia, afirmó que en el pueblo estaban "preocupados, pero no alarmados".
Por su parte, la presidenta de CHA en el Bajo Aragón Caspe, Prado Murillo, mostró su inquietud por la situación y envió una pregunta a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para conocer los riesgos a los que se expone la población.
En Cataluña, el caudal del Ebro se mantienía ayer elevado con motivo de las maniobras de desembalse que se están realizando en los pantanos de Mequinenza, Riba-Roja y Flix.
Las afectaciones previstas son la inundación de las zonas de cultivo más cercanas al cauce del río y algunos servicios en el exterior de los cascos urbanos.