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SERVICIO DE INFORMACION RADIO EMERGENCIA

jueves, 15 de enero de 2015

UN HERIDO CON QUEMADURAS DE 2º GRADO EN EXPLOSION DE GAS EN AVILES

La acumulación de combustible en una vivienda de la calle Los Alas provocó cuantiosos desperfectos materiales y el desalojo del edificio durante una hora.
Esta es la gráfica descripción de uno de los vecinos de la calle Los Alas que ayer se vieron sobresaltados por la fuerte explosión de gas que ocasionó cuantiosos desperfectos materiales, el desalojo de todo el bloque -de cinco alturas- y un herido con quemaduras de primero y segundo grado. Los hechos se produjeron en torno a las nueve de la noche, después de que los vecinos llevaran unos minutos preocupados, llamándose unos a otros, en busca del origen del fuerte olor a gas. Antes de que lo consiguieran localizar, la explosión se produjo en el 1ºE del número 15 de la calle, en un piso cuyas ventanas se abren a un patio de luces interior.
El dueño de la vivienda, R. L. M., explicó que había llegado a casa y se había dado cuenta del olor de gas. Dentro estaba durmiendo F. V. C., de 48 años, que llevaba un mes viviendo allí. El dueño explicó que comenzó a abrir ventanas pero justo cuando estaba en el baño se produjo la explosión. Él resultó ileso, pero no así F. V. C., que, según el informe de los servicios de emergencia, presenta quemaduras de primer y segundo grado en la cara y el dorso de las manos. Tras ser atendido por la UVI-móvil de Avilés fue trasladado al San Agustín. Hasta nueva valoración médica, su pronóstico es reservado.
Dos camiones de bomberos con base en Avilés intervinieron en el suceso y describieron un panorama dantesco en el que habían resultado muy perjudicados dos de los pisos -en el que se produjo la explosión y el que se encontraba al otro lado del patio de luces- y un tercero con daños menores.
Los vecinos que no salieron alarmados a la calle lo hicieron advertidos por la Policía Local y los bomberos. "Estábamos cenando tortilla y nos llamó la policía, y les contestamos que nosotros no habíamos hecho nada", apuntaron José García y María Luisa Novo. Pronto la interesección entre las calles Jovellanos y Los Alas se convirtió en un inesperado panorama de personas en pijama, bata y zapatillas, ancianos abrigados bajo mantas y sonrisas nerviosas. En total, unas 40 personas aguantaron el frío en espera de que los servicios técnicos determinaran si era posible regresar. Finalmente, una hora después, pudieron volver a sus casas todos excepto los tres residentes en los pisos más afectados.