Una persona ha fallecido y otras 300.000 están afectadas por las
fuertes lluvias que azotan desde el martes la provincia de Gansu, en el
noroeste de China, según informaron hoy las autoridades locales.
El temporal ha obligado a evacuar a unas 34.100 personas y ha dañado
unas 2.267 viviendas en siete ciudades, recoge la agencia oficial
Xinhua.
En el condado de Wenxian, el más afectado de la provincia, las
lluvias han provocado el corte del servicio de agua, de comunicaciones o
de electricidad en diversas ciudades.
En esta misma provincia, Gansu, fue donde a finales de julio se
produjo un terremoto de 6,6 grados de magnitud que causó 95 muertos y
226.700 afectados.
Hasta 52.000 casas se derrumbaron y un total de 240.000 viviendas
sufrieron graves daños en su estructura, un peligro potencial para las
lluvias que se produjeron dos días más tarde del terremoto -tras las que
no se publicaron nuevos datos- y que ha contribuido al daño producido
esta semana.
Mientras el noroeste sufre el fuerte temporal, el sureste de China
vive uno de los peores veranos en años con temperaturas, incluso, por
encima de los 40 grados y que han provocado la muerte de 31 personas a
causa de golpes de calor.