Las malas condiciones del mar no han permitido izar esta parte de la aeronave, que se encontró ayer, hasta esta tarde.
Los equipos de rescate han hallado los cadáveres de
los tres militares en la cabina del helicópero Super Puma que cayó al
Atlántico el pasado jueves.
La cabina fue hallada ayer pero el mal estado del mar
no permitió izar la cabina, que se encontraba a más de 40 metros de
profundidad.
Este hallazgo pone fin a una semana de especulaciones
sobre el paradero de los tres militares. Primero se informó de que
estaban vivos y habían sido rescatados por un barco marroquí, pero tras
24 horas en paradero desconocido, el ministerio de Defensa admitió que
no sabían donde estaban y que mantenían todas las hipótesis abiertas,
incluso que se hubiesen hundido con la cabina del helicóptero, como
finalmente se ha confirmado.
Los tres militares regresaban a la base de Gando a
bordo de un Super Puma del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del
Ejército del Aire tras participar en unos ejercicios de entrenamiento en
Senegal cuando la aeronave desapareció de los radares. Sufrieron un
accidente, cuyas causas se desconocen, cuando sobrevolaban el Atlántico, a 518 kilómetros de Gran Canaria y 74 de Marruecos. A bordo iban el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán,
y tras conocerse que se había perdido el rastro de los tripulantes, a
las pocas horas el ministerio de Defensa y el Ejército del Aire
anunciaron a través de Twitter que los tres hombres habían sido
hallados vivos y se encontraban a bordo de una patrullera marroquí (que
más tarde pasó a ser un pesquero) y se dirigían al puerto de Dakhla.