El Cabildo de Gran Canaria insiste a la población en que intente evitar los desplazamientos.
Las intensas lluvias han llevado al Cabildo de Gran
Canaria a decretar la alerta máxima dentro de su Plan de Emergencias
Insular. Desde la Institución insular insisten a la población que
intenten evitar los desplazamientos y anuncian que los medios humanos
intensifican aún más su estado de vigilancia para actuar en cualquier
momento a requerimiento de la situación y se mantiene la máxima
coordinación entre servicios y organismos públicos. Incluso han solicitado que se suspendan los actos públicos.
El caos se adueñó desde primera hora de la mañana del noreste de la isla, sobre
todo en Las Palmas de Gran Canaria y Telde, donde las nubes descargaron
desde antes del amanecer.La Ciudad de Los Faycanes fue la primera en
verse afectada por el agua. Allí la lluvia cayó desde las 6.00 horas y
no paró hasta las 07.40 horas. La ciudad gobernada por Carmen Hernández
dispuso sus servicios de emergencias a la calle, quienes se vieron
desbordados.
Y es que, la segunda ciudad más importante de la isla se vio colapsada
con inundaciones de bajos y garajes en los que también han intervenido
el Consorcio de Emergencias del Cabildo. En cuando al tráfico, este se
ha visto afectado debido a grandes bolsas de agua. Una de ellas, en la
GC-10 (vía que une La Garita con Telde), ha provocado que un coche
quedara atrapado.
A ello hay que añadirle que en la carretera que une Telde con Jinámar, la GC-100, se produjeron d eslizamiento s de tierra y piedras, además de tener varios puntos inundados de agua. Así mismo, en este municipio se produjeron retenciones a la altura del Aeropuerto de Gran Canaria en dirección Las Palmas de Gran Canaria.
Pero si algo ha destacado en la jornada de este jueves ha sido el
colapso en la circulación del tráfico en la capital grancanaria cuando
los túneles de La Laja y Julio Luengo estuvieron cerrados a la vez. El
primero en el que se prohibió el paso fue el de Adolfo Cañas, en torno a
las 08.00 de la mañana, cuando el Cabildo decidió cerrarlo por el lodo y
barro acumulado, lo que provocó atascos en la Avenida Marítima en
dirección Maspalomas ya que la única opción para ir al sur de la isla
fue la circulación por la GC-3, vía por la que la Guardia Civil
recomienda que se tome como prioritaria.
Dos horas más tarde los coches pudieron circular por el mismo, pero
durante veinte minutos coincidió la salida por La Laja cerrada junto a
la prohibición de circular por el túnel de Julio Luengo en ambas
sentidos, por lo que el acceso y salida norte de la capital también
estuvo cerrada.
Mientras el agua caía en el noreste de Gran Canaria, la
Aemet no elevó el aviso amarillo al naranja hasta las 09.15 de la
mañana, por lo que el Gobierno canario no activó la alerta hasta las
10.00 horas. Ello provocó que, por ejemplo, las clases no fueran
suspendidas, hecho criticado por el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias.
En Las Palmas de Gran Canaria la tromba de agua llegó a las 06.30 de la
mañana y provocó inundaciones, corrimiento de barrancos y escorrentías.
En Jinámar, se cayó el muro del colegio público Europa, que afortunadamente no produjo daños personales.