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martes, 13 de octubre de 2015

LOCALIZAN EN PARIS A LOS DESAPARECIDOS EN NOIA Y OUTES

La salida de prisión, por un permiso, de la expareja de Mónica París habría acelerado la marcha al país galo, en donde su amigo ya tendría un trabajo
Mónica París y Francisco, los vecinos de Outes y Noia, respectivamente, cuyas familias denunciaron la desaparición de ambos, y por separado, a finales de la pasada semana, se encuentran en Francia. A esta conclusión llegaron los investigadores que, en los últimos tres días, les han seguido el rastro para descartar que ambos pudieran haber sufrido algún percance que les hubiese llevado a faltar de sus domicilios. Estos dos amigos se encuentran en perfecto estado después de realizar el viaje que, todo parece indicar, tenían planeado para llegar a alguna localidad del país galo en la que, según parece, tendrían la intención de asentarse para iniciar una vida juntos.
La toma de declaraciones a diferentes familiares de estos dos barbanzanos, allegados como un amigo de ambos que habría estado con ellos antes de que iniciasen el viaje, u otras pruebas que la Guardia Civil ha logrado acumular en las últimas 72 horas, han sido fundamentales para descartar cualquier hipótesis sobre una desaparición violenta de ambos.
Por el contrario, todo parece indicar que Mónica París y Francisco habrían diseñado una nueva vida, lejos de su tierra natal, para empezar de cero. El problema fue que su decisión no se la notificaron a nadie, y, además, todos los indicios apuntan a que habrían adelantado su marcha para evitar encontrarse con la expareja de París, que este fin de semana salió de cárcel para disfrutar de un permiso de varios días que, según parece, concluye hoy.
La hipótesis que manejan los investigadores hace pensar que estos dos amigos pudieron tener miedo de que la expareja de Mónica París, que a la vez es padre de sus dos hijas, tomase represalias al enterarse de su amistad, aunque tampoco se descarta que ya fuese conocedor de esa relación. Además, el perfil de este presidiario, que también tiene su residencia en Noia, es el de una persona agresiva.
El hecho de que el destino elegido por ambos sea Francia responde a las posibilidades laborales que Francisco encontraría allí. Fuentes cercanas a la investigación señalan que este noiés ya tendría garantizado un puesto de trabajo en ese país que les permitiría tener un sueldo del que vivir, aunque tampoco se descarta que ella pudiera, con el tiempo, tener acceso a otro empleo gracias a los contactos de su acompañante.
Perfiles opuestos
La Guardia Civil ha llevado esta investigación con mucha cautela desde que los familiares de París alertaron de su desaparición, el viernes por la mañana, tan solo un día después de ser vista por última vez. Además, el hecho de que la mujer tenga 30 años, y de que en las últimas semanas ya pasara varias noches fuera de su hogar, hizo que el instituto armado no activase el protocolo de desaparición que sí se pondría en marcha si se tratase de un menor o hubiese indicios sólidos de que esta mujer pudiese correr peligro.
Caso contrario ocurrió con Francisco, que siempre ha tenido una vida mucho más ordenada que París y nunca dio motivos para pensar que podría acabar yéndose de Noia en estas circunstancias.

«O que non entendemos é que non chame para preguntar polas súas fillas»

Los padres de Mónica París viven desde el viernes un calvario por las incógnitas que rodearon, hasta ayer, la desaparición de su hija. El primer motivo de angustia estaba relacionado con la integridad física de París, y el segundo tenía su razón de ser en las dos hijas de esta noiesa de 30 años, ya que, en su ausencia, están a cargo de los abuelos maternos, que superan los 70 años. Ayer, según explicaban fuentes familiares, la Guardia Civil contactó con ellos para decirles que su hija se encuentra en buen estado y que fue su voluntad irse en compañía de Francisco. Aún así, el padre de Mónica no dudó en asegurar, mientras lloraba, que «o que non entendemos é que non chame para preguntar polas súas fillas».
El mismo padre, que ayer evidenciaba un fuerte desgaste por lo todo vivido desde el viernes, afirmó que no hay constancia de que el progenitor de sus nietas pasase cerca de la casa en la que residen las crías. «Sabíamos que este fin de semana estaría de permiso na rúa, pero aquí ninguén o viu e non sabemos nada del». El padre de Mónica París hizo un llamamiento a su hija para que, al menos, contacte con ellos para hablar de lo ocurrido.