"Más movilización es difícil", admiten los
familiares de los montañeros, en línea directa con Margallo, que rebaja a
35 los españoles sin localizar.
Las familiares de los cuatro montañeros de
la comarca de Avilés desaparecidos mientras realizaban un trek por el
valle de Langtang, en Nepal, vivieron ayer una nueva jornada de
incertidumbre, aunque con el consuelo de que el Gobierno español está
haciendo lo posible por encontrar a sus seres queridos. Ayer llegaron a
Katmandú los cinco primeros guardias civiles especializados en rescates
de alta montaña, bajo el mando del teniente Fernando Rivero (destinado
en su día en los Picos de Europa), que hoy comenzarán el rastreo de la
ruta que se supone estaban realizando los asturianos el día del
terremoto, entre Kyanjin Gompa y Langshisha Kharka. Los guardias tienen
la esperanza de que a los montañeros les cogiesen las avalanchas
registradas tras el seísmo en la parte alta del valle de Langtang, con
mayores posibilidades para resguardarse. A las labores de búsqueda se
sumarán otros siete especialistas de montaña de la Guardia Civil y
cuarenta integrantes de la unidad militar de emergencias, que partieron a
la una de la tarde de ayer desde Zaragoza, con seis toneladas de
material e incluso un dron para ayudarse en las labores de rastreo.
"Más movilización, me parece ya muy
difícil", reconoció ayer a un medio nacional Ana García, hija de Egidio,
uno de los desaparecidos. Con ello trataba de reconocer de alguna
manera el agradecimiento de los familiares hacia el Gobierno. El
ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, les llamó en
persona en la mañana de ayer, para darles las últimas novedades del
dispositivo de búsqueda. También anteayer viernes, para informarles de
la decisión de mandar un equipo conjunto de militares y guardias
civiles. Los familiares se mostraron agradecidos de esta comunicación
directa, aunque haya llegado "seis días después del terremoto", como
indicó uno de ellos. La reacción del Gobierno llegó después de los
familiares celebraran una rueda de prensa en Colegio Principado de
Avilés, en la que se quejaban de que estaban "huérfanos de información" y
se preguntaban amargamente qué estaban haciendo las autoridades para
localizar a los desaparecidos.
Lo que los guardias y los
militares españoles se van a encontrar en el valle de Langtang es
difícilmente describible. Ayer llegaron a Madrid dos montañeros
vitorianos, Aitor González y Patxi Peña, quienes fueron evacuados el
pasado jueves de Kyanjin Gompa por los militares indios. "Langtang es un
pueblo de cuarenta o cincuenta casas y 200 habitantes y no queda nada,
apenas veinte supervivientes", indicaron al llegar al aeropuerto Adolfo
Suárez. "A los asturianos no los vimos, aquello quedó bastante tocado y
es muy complicado. En el valle había muchísimos montañeros", aseguró
unas horas después Patxi Peña a LA NUEVA ESPAÑA.
Según fuentes
cercanas al Ejército indio, los vuelos de reconocimiento realizados ayer
a lo largo del devastado valle de Langtang no ha permitido el hallazgo
de más montañeros vivos. Los agentes de la Guardia Civil desplazados a
Nepal peinarán ahora esta zona con helicópteros privados, tras obtener
el permiso para operar del Gobierno nepalí. El ministro Margallo rebajó
por su parte el número de españoles a los que todavía no se ha
localizado de 59 a 35, entre ellos los siete montañeros (y no nueve,
como se dijo anteayer) que estaban en el valle de Langtang: los
avilesinos Ángel Hernández, Sabino Fernández, Egidio García y Jesús
Mosteirín, la cántabra Isabel Ortíz y su pareja, Mitxel Pizarro, y la
barcelonesa Roser Palau. Estos siete desaparecidos son los que más
preocupan al Gobierno español, según indicó el ministro.
El número de ilocalizables se ha
reducido después de que el personal diplomático español haya podido
acceder a los archivos de inmigración del Gobierno nepalí y cruzarlos
con los del consulado español, lo que ha permitido identificar a un
número de españoles que abandonaron Nepal sin comunicarlo a las
autoridades consulares. El ministro Margallo elogió el trabajo que está
haciendo el embajador en Nueva Delhi, Gustavo de Arístegui, que se ha
desplazado a Katmandú para coordinar la búsqueda y repatriación de los
españoles.
Los españoles que desean abandonar el país se están
concentrando en las instalaciones de la constructora gallega San José,
cerca del aeropuerto de Katmandú, donde se les facilita la salida del
país. Uno de los que ha podido salir, y en tiempo record, es el
montañero ovetense Guillermo Rogel, que llegó a las siete y media de la
mañana de ayer al aeropuerto de Barcelona, y ya se encuentra en su casa
de Pamplona.