El vertido de petróleo podría ascender hasta los 400.000 litros, según los últimos cálculos divulgados hoy por el Centro de Información Unificado que está al frente de la gestión de la crisis medioambiental. Esa cifra constituye "el peor de los escenarios posibles", según el comunicado de prensa, en el que se indica que se ha abierto una investigación para explicar la causa de la rotura del oleoducto que originó esta fuga de crudo y la cantidad exacta filtrada.
El suceso en el condado de Santa Bárbara, al norte de Los Ángeles, dejó una mancha negra tanto en tierra como en el mar, que según la Guardia Costera de Estados Unidos se extiende por una extensión total de nueve millas (más de 14 kilómetros).
A primera hora de la mañana del miércoles, los equipos de limpieza habían retirado ya 26.000 litros de crudo. La compañía Plains All American Pipeline tiene aún que excavar hasta la fractura de la tubería que está instalada junto a la línea de costa desde 1987. Según los registros federales, la compañía tiene acumuladas 175 infracciones de seguridad y mantenimiento desde 2006, según informa Los Angeles Times, una cifra que supera la media nacional.
Santa Bárbara es una zona con intensa actividad petrolera y numerosas plataformas marinas extraen crudo a la vista de los bañistas. En 1969 otra fuga originada esa vez en una de esas plataformas durante once días causó un vertido al Pacífico de 15,9 millones de litros de petróleo.