"Me vuelvo, demasiada tensión", asegura la gijonesa Andrea de la Rubia "La suerte nos ha acompañado", dice el ovetense Ángel Fernández.
El pánico volvió a desatarse ayer en Nepal con un nuevo terremoto de 7,3 grados en la escala Richter, que ha agravado la situación de un país devastado. Poco después del mediodía (las ocho y cinco de la mañana en España), un fortísimo temblor de unos treinta segundos volvió a echar a los nepalíes fuera de sus casas. El epicentro se situó esta vez más próximo al Himalaya y más alejado de las poblaciones, a 18 kilómetros al sudeste de la localidad nepalí de Kodari, en el distrito de Sindhupalchok, cerca de la frontera tibetana. "Es una pesadilla. Ahora que estaba volviendo el país a funcionar. Te preguntas: pero, ¿qué está pasando aquí?", confesó unas horas después la estudiante de doctorado gijonesa Andrea de la Rubia. "No ha habido tantos daños. Aunque la gente se ha asustado mucho, la vida sigue en Katmandú", indicó. No obstante, la joven ha decidido marcharse. "Me vuelvo el día 31. Toda esta situación te causa demasiada tensión, un estrés horroroso. Regreso, sobre todo, para descansar", asegura esta joven que cursa estudios en la Universidad Complutense y prepara un doctorado sobre arte contemporáneo nepalí.
La situación en Katmandú era aún peligrosa. "En las zonas antiguas, hay casas aguantadas con palos para que no se caigan, no dejan pasar los coches, tienen grandes brechas; da miedo, la verdad", aseguró. "Da mucha pena ver a la gente cómo está. Es un pueblo en 'shock', y hay zonas a las que ha tardado mucho en llegar la ayuda", confesó.
Otros que aún estaban en Nepal eran la pareja formada por el ovetense Ángel Fernández y su pareja, la médica del HUCA Pepa Cucarella, de origen valenciano. Tenía previsto coger el vuelo a Madrid, vía Doha (Qatar), a las cinco de la tarde. El terremoto les cogió en la habitación del hotel. Afortunadamente no sufrieron daños. "La verdad es que la suerte nos acompaña", aseguró Ángel Fernández unas horas después de experimentar su segundo terremoto en 18 días. "Estamos bien, aunque algo así asusta más cuando estás en la ciudad que cuando te sorprende en el monte", añadió el comercial ovetense.
Cuando se produjo el primer terremoto, el pasado día 25, la pareja llevaba a cabo una ruta de trekking por el valle de Gokio. Apenas se enteraron del seísmo. La pareja bajó a Namche Bazaar (la puerta de entrada al Himalaya, especialmente castigada por el último seísmo) y se dirigió a Katmandú. Una vez allí, prefirieron quedarse y se dirigieron a Pokhara, uno de los valles más bellos de esa parte del mundo. "Las vacaciones han llegado a su fin. Fueron 25 días inolvidables, sobre todo por las gentes de aquí, las mejores personas del mundo. Tenemos mucho que aprender de ellos", indicó Fernández tras asistir en primera línea a la entereza de todo un pueblo ante la desgracia. La pareja tiene previsto llegar a España hoy, miércoles, a primera hora de la tarde. En Oviedo está ya Jorge Egocheaga, que estuvo colaborando en labores humanitarias. Y ayer llegó a Madrid la alpinista Eva Zarzuelo, que participaba en una expedición al Makalu.
Los 152 españoles que estaban en Nepal, especialmente los 40 que se encontraban en Pokhara, la zona más cercana al epicentro, "están sin novedad", ya que se ha podido contactar con ellos, según indicó el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. "Gracias a Dios no tenemos ningún disgusto", dijo el Ministro, quien agregó que "hay normalidad" en la capital nepalí. No obstante, en lugares con Dhunche, cerca del valle de Langtang, y otras zonas del Himalaya, volvieron a producirse desprendimientos tras este nuevo seísmo.
Ayer de madrugada llegaron a España la decena de agentes de la Guardia Civil de montaña y el medio centenar de soldados de la unidad militar de emergencias (UME) que han participado en las tareas de rescate de los montañeros perdidos en Langtang: los avilesinos Ángel Hernández, Sabino Fernández, Jesús Mosteirín y Egidio García, así como la cántabra Isabel Ortiz y su pareja, el aragonés Mitxel Pizarro.
"Se ha hecho todo lo humanamente posible" por localizar a los supervivientes y a los desaparecidos, indicó el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que acudió de madrugada al aeropuerto militar de Zaragoza para recibir a los rescatadores. Junto a ellos llegaban cinco españoles y dos argentinos. Daniel Barrenechea, uno de ellos, dijo que "son los nepalíes los se llevan la peor parte, pero son gente fuerte". Barrenechea, gerundense, indicó que estaban haciendo el circuito de trekking del Annapurna, donde formaron un grupo de diez personas. "Nos pilló caminando", contó, y se vieron obligados a permanecer un par de días bloqueados, tras los cuales decidieron continuar porque "retroceder no era una opción".