Los asturianos han respondido de forma admirable. Al filo de las once de la noche de ayer aún eran numerosos los ciudadanos que permanecían en el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias (ubicado en Oviedo, junto al viejo HUCA) donando sangre. A lo largo del día fueron unos 800 los voluntarios que se ofrecieron a someterse a extracciones en los diversos puntos fijos y móviles de la región. Por razones médicas, no todos ellos vieron cumplido su objetivo. Pero estamos hablando de una cifra de donaciones que "multiplica por cuatro las que se registran en un día bueno", señalaron fuentes del citado centro.
En consecuencia, los hospitales que ayer y anteayer se vieron obligados a aplazar y reprogramar intervenciones quirúrgicas por falta de sangre empezarán a disponer a partir de hoy de las reservas necesarias. En parte, gracias a las 140 bolsas cedidas por otras comunidades autónomas. En parte, gracias a la solidaridad ciudadana y a un personal sanitario trabajando a destajo.
El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el más afectado por el déficit de hemoderivados, aspira a recobrar la normalidad el próximo lunes. Entre tanto, proseguirá con su plan de reprogramaciones.
El complejo sanitario de La Cadellada ya había suspendido operaciones el martes. Ayer sucedió lo mismo en los hospitales de Cabueñes (Gijón) y Álvarez-Buylla (Mieres). Desde 2002 no sucedía nada parecido. En ningún caso se han aplazado intervenciones de urgencia vital, subrayaron las autoridades sanitarias. En el Hospital Central se pospusieron algunas operaciones más complejas y se sustituyeron por otras menos exigentes en materia de componentes sanguíneos.
Los responsables de la donación entienden que ha llegado el momento de comprometer más a la sociedad. ¿Cómo? De varios modos. Uno de ellos, animando a donar a los allegados de las personas que van a ser operadas. "No hablamos de pedirles sangre imperativamente, como de algún modo sucedía antaño, sino de sensibilizarles", precisaron fuentes sanitarias.
En el Hospital de Cabueñes, los problemas de descubierto de reservas de sangre tuvieron su repercusión en la suspensión de algunas cirugías de alto consumo sanguíneo para programar, a cambio, otras que necesitaban menos aporte. "No están los quirófanos parados porque se está cambiando alguna programación", explicaban ayer varios conocedores de la situación que vive el centro gijonés. Esperan que, como muy tarde, la situación se normalice a partir del lunes. Por lo que respecta a Jove y Cruz Roja, los otros dos hospitales del área con actividad quirúrgica, no se han detectado incidencias.
Los problemas por falta de sangre llegaron al Hospital Álvarez-Buylla de Mieres a media mañana de ayer. Fue entonces cuando la gerencia del centro sanitario se vio obligada a suspender una operación de traumatología ante la escasez de concentrados de hematíes, especialmente del grupo cero positivo (0+), el que ha causado esta situación crítica. Fuentes de la plantilla del Álvarez-Buylla confirmaron que la programación de las intervenciones tuvo que cambiar, en función del grupo sanguíneo de los pacientes. Las urgencias, por el momento, no se han visto afectadas.