Las autoridades australianas
reportaron este sábado que fuertes vientos están retrasando las labores
de los bomberos para apagar los incendios forestales que afectan a gran
parte del sur del país.
Los intensos incendios, que se salieron de
control en la zona de Adelaide, son los peores presenciados en el área
en los últimos 30 años.Según el informe de las autoridades al menos una docena de casas han sido destruidas por las llamas, por lo que la policía declaró la emergencia general en la zona y le pidió a los residentes de las viviendas cercanas que las abandonen de inmediato.
El jefe de bomberos de la región afirmó que esta crisis amenaza con igualar a la ocurrida en 1983 cuando un incendio forestal mató a 70 personas y destrozó miles de viviendas.