La buena nueva del ‘negativo’ coincidió con la evolución favorable de la enferma. Los dos partes facultativos hechos públicos revelan que sigue sin fiebre (desde la noche del viernes), está asintomática y tranquila. Continua, eso sí, aislada en una habitación del pabellón 15 del centro médico, en cumplimiento estricto del protocolo del ébola que se le aplicó tras ser reconocida en el Servicio de Urgencias del hospital. La paciente está siendo atendida por los profesionales de Valdecilla «preparados para atender emergencias ocasionadas por el virus ante un paciente sospechoso».
Tampoco malaria
La noticia de que la paciente ha dado negativo en ébola se anunció
oficialmente pasadas las ocho de la tarde. En un escueto parte (el
segundo del día) se indicó textualmente que «la muestra de sangre de la
paciente analizada en el Centro Nacional de Microbiología mediante PC en
tiempo real específica para virus ébola y virus Marburg ha resultado
negativa». Además, «también ha resultado negativa la detección del
antígeno de malaria en sangre». El comunicado médico subrayó que se
mantiene el buen estado general de la paciente, que sigue «aislada,
asintomática y sin fiebre».La joven, de 18 años, vecina de Santander, llegó al Servicio de Urgencias del hospital a las cinco de la tarde del pasado viernes. Presentaba un cuadro de fiebre, rinorrea y dolor de garganta. Al unir esa sintomatología con el relato de que hacía tres semanas que había llegado de Lagos (Nigeria) –país que por el momento se considera zona de riesgo ébola aunque en el último mes no se ha notificado ningún caso de transmisión infecciosa por el virus–, se activó de inmediato, y por primera vez en Valdecilla, el protocolo ébola. En concreto la joven permaneció en Nigeria entre el 9 y el 30 de septiembre.
Tampoco hay noticias de que su madre, persona con la que acudió al hospital, muestre sintomatología de ningún tipo. Sigue, eso sí, recluida en su domicilio en cumplimiento de las normas que le fueron comunicadas en el hospital. Un aislamiento en su casa obligado al tratarse de una persona con «potencial contacto estrecho» con la paciente sospechosa de ébola.
Horas antes de que se conociera el resultado de la primera analítica, el presidente de Gobierno de Cantabria volvió a mandar un mensaje de tranquilidad a la población. Ignacio Diego resaltó «la aplicación estricta del protocolo ébola por parte de unos extraordinarios profesionales de la sanidad pública de Cantabria». Un apoyo explícito al personal sanitario que el Ejecutivo regional ya transmitió un día antes tras activarse el protocolo ante la sospecha de un posible caso de la enfermedad, pese a que incidiariamente el riesgo fuera «mínimo».
Elogios y peticiones
Quienes también se pronunciaron fueron los sindicatos CC OO y CSIF.
El primero solicitó a Sanidad y a la Gerencia de Valdecilla la
instalación pantallas de protección en los mostradores de recepción de
hospitales y centros de salud y también de máquinas expendedoras de
guantes y mascarillas. Para Comisiones esas dos medidas tendrían un
indudable valor de carácter preventivo y ya han sido demandadas en
varias ocasiones. «Con estas decisiones se protegería al personal que
recepciona en primera línea –administrativos o celadores– y a los
pacientes».El sindicato envió ayer una carta a la consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria solicitando una reunión urgente.
Quien también reclamó una sesión de trabajo para mañana, lunes, fue Marga Ferreras, presidenta del sector de la Sanidad de CSIF. Desde el sindicato se destacó la «valentía y frialdad del personal que ha atendido el caso en Valdecilla, que se ha enfrentado a la situación de una manera encomiable, tomando decisiones difíciles por tratarse de una enfermedad grave y desconocida». Ferreras reiteró que este lunes solicitará a la dirección del hospital una reunión urgente del Comité de Seguridad y Salud del centro médico, sesión en la que «esperamos recibir información pormenorizada y hacer una evaluación sobre cómo ha funcionado el protocolo ébola». La portavoz del CSIF añadió que «es importante dejar actuar a los profesionales y responsables pero también es necesario tener información y formación porque la alarma social es alta y más entre los trabajadores».