Una investigación ha revelado que la reciente actividad volcánica de la
isla de El Hierro se debe a una acumulación de magma a 25 kilómetros de
profundidad, y los investigadores advierten de que la "aparente calma y
quietud dinámica" que actualmente se observa en la zona "puede ser
alterada de manera brusca" por otro nuevo pulso magmático proveniente
del Manto.
Este estudio ha sido publicado en la revista 'Geophysical Journal
Internacional', liderado por investigadores del Instituto Andaluz de
Geofísica de la Universidad de Granada, y ha aportado nuevas y
relevantes informaciones del origen del magma responsable de las
recientes actividades eruptivas de El Hierro.
Los resultados de este estudio concluyen que bajo El Hierro, y a
una profundidad entre los 12 y los 25 kilómetros, se ha producido una
acumulación de un gran volumen de magma, proveniente del Manto, que ha
sido detenido en su ascenso por la estructura más consolidada
superficial de la corteza y de la isla, aunque no pudo evitar la
ocurrencia de al menos dos episodios eruptivos submarinos en 2011 y
2012.
Según los investigadores, "este trabajo es pionero tanto por los
resultados como por el volumen de datos analizados y por la cooperación
institucional e internacional entre diferentes investigadores, y será en
un futuro inmediato referente de cualquier investigación Geofísica y
Geodinámica que se realice en la isla y en general en las Islas
Canarias".
MODELO TRIDIMENSIONAL
En esta investigación se ha obtenido un modelo tridimensional
(tomografía sísmica) de velocidades de ondas sísmicas P y S bajo la isla
de El Hierro. Para ello, los científicos han analizado más de 13.000
terremotos locales registrados en el período comprendido entre julio de
2011 y septiembre de 2012. Los resultados revelan que la mayoría del
área situada en la parte fuera del mar está asociada a una anomalía de
alta velocidad que alcanza una profundidad superior a 10-12 kilómetros.
"Esta anomalía se interpreta como la acumulación de rocas ígneas
sólidas eruptadas durante el último millón de años y cuerpos magmáticos
intrusivos. Bajo este patrón de alta velocidad, observamos una anomalía
de baja velocidad, interpretada como un gran volumen de magma
proveniente del Manto terrestre bajo El Hierro", apunta Jesús M.
Ibáñez, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Granada y
uno de los autores de este artículo.
La discontinuidad entre alta y baja velocidad está marcada por un
gran grupo de sismicidad, representando los esfuerzos debidos a la
interacción entre el magma y el material de la corteza. Las áreas de
erupciones recientes, Orchilla y La Restinga, están asociadas con
anomalías de baja velocidad, rodeando al bloque de alta velocidad.
"Estas erupciones tuvieron lugar alrededor de la isla donde la corteza
es mucho más débil que el área interior, donde el material fundido no
puede penetrar. Estos resultados aportan nuevos datos al modelo
geológico que podría explicar el origen del volcanismo en las islas
oceánicas, tal como las Canarias, que aún no está claro", concluye el
profesor Ibáñez.