En Reino Unido, la dificultad que los equipos médicos están teniendo en Guinea, Liberia y Sierra Leona para controlar la infección y el caso del liberiano que murió a causa del virus en Lagos (Nigeria) llevó al secretario de Exteriores, Philip Hammond, a calificar el Ébola de una "amenaza" para el país. Sin embargo, admitió que ningún británico se ha visto afectado y no se ha detectado casos en el país.
En esa línea, las autoridades sanitarias emitieron una alerta nacional dirigida a los médicos del país.
¿Cuánta base hay para encender las alarmas?
El epidemiólogo Jeremy Farra, una figura líder a nivel mundial en el campo de las infecciones, prefiere mantener la calma.
"No estamos ante un grave peligro de una pandemia global que llegue a Norteamérica, Asia o Europa", dijo este miércoles a la BBC el director de la organización de promoción de investigaciones médicas Wellcome Trust y exprofesor de Medicina Tropical y Salud Global en la Universidad de Oxford.
Lo mismo opina el W. Ian Lipkin, otro experto en enfermedades virales y profesor de epidemiología en la Mailman School of Public Health en la Columbia University. Cree que es "improbable".
Ante la pregunta de la publicación National Geographic sobre si sería posible que alguien infectado con el Ébola en África occidental llevara la enfermedad a EE.UU., respondió: "Ciertamente es posible. Pero debido a nuestro sistema de salud es improbable. Seríamos capaces de contenerla (...). No creo que haya razones para el pánico ante una epidemia global de Ébola".
Sin embargo, el doctor Farra puntualizó: "Frente a lo que sí estamos, es ante una posible propagación más extensa en África".
Y como factor de riesgo para esa expansión, el experto señaló la densidad poblacional de países como Nigeria.
Con más de 178 millones de habitantes, es el país más poblado del continente; en él vive la sexta parte de la población de África.
Cierre de fronteras
Nigeria reaccionó con rapidez a la aparición de un primer caso en su territorio el martes de la semana pasada.
Nada más confirmarse que el ciudadano liberiano había muerto de Ébola, el gobierno ordenó cerrar el hospital de Lagos en el que éste fue tratado, y aislar al personal sanitario que estuvo en contacto con él.
Asimismo, en un intento de frenar la propagación del virus a otros países, el gobierno de Liberia mantiene las fronteras cerradas desde el domingo.
No se puede acceder al país por ningún paso fronterizo, salvo por el aeropuerto, donde se han implementado medidas especiales de detección de la enfermedad.
Se trata de una medida desaconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que argumenta que es ineficaz ante una enfermedad con un periodo de incubación de hasta 21 días.
En ese sentido, la OMS no impuso ninguna restricción de movimiento en el área, mientras que el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos simplemente está instando a los viajeros a Sierra Leona, Liberia y Guinea tomar "mayores precauciones".
Éstas incluyen evitar el contacto con los fluidos corporales de las personas potencialmente infectadas.
Control de infección
Una medida más eficaz que el cierre de fronteras es el control del contagio, según el doctor Farrar.
"Se puede evitar que (el Ébola en África) se transmita más allá si se aplican verdaderas y estrictas medidas de control de infección que impidan el contagio entre individuos, tanto en hospitales como en comunidades", dijo a BBC.
Algo no muy sencillo, como reconoció. Los países afectados, algunos de los más pobres del mundo, cuentan con escasos recursos.
"(Los centros de salud de estos países) no son como un hospital en el corazón de Londres, con todas las medidas para el control de infecciones. Son clínicas de barrio en áreas rurales en los que el control es extraordinariamente difícil de llevar a cabo".
Ante la pregunta de una futura vacuna o un medicamento, el experto asegura que no será aplicable a corto plazo y que definitivamente no estará disponible para frenar la epidemia actual.
"He mantenido conversaciones científicas con colegas de otras agencias y organizaciones de salud durante los últimos meses, y, sí, se espera que en algún punto haya fármacos o una vacuna, pero no van a estar disponibles en un futuro cercano. Toma mucho tiempo desarrollar estos".
Así que la única opción para frenar la expansión del Ébola en África, además del control de la infección, es la educación, dijo el epidemiólogo.
"Educación y trabajar con las comunidades es crucial, porque si la gente está enferma y no quiere acudir a centros a tratarse inevitablemente el Ébola continuará expandiéndose en sus comunidades, y así seguirá expandiéndose en Guinea, Sierra Leona y Liberia. Y el mayor temor es que esto alcance un centro urbano más grande, como Lagos, y a través de las comunicaciones de la ciudad, se expanda a lo largo y ancho de África".