Nueve muertos, dos personas
desaparecidas, tres puentes colapsados, once casas destruidas, daños al
sistema eléctrico y un número indeterminado de hectáreas de sembradíos
arrasadas dejó la crecida del río Chiriquí Viejo en las Tierras Altas
chiricanas.
La situación motivó a que el presidente
Juan Carlos Varela declarara estado de emergencia en el área afectada,
para facilitar la ayuda que brindará el Estado.
El mandatario viajó ayer al lugar de los hechos con parte de su equipo
de trabajo y señaló que se pondrá énfasis en la reconstrucción de las
estructuras, sobre todo de los puentes y las carreteras devastadas por
la crecida.
Precisó que en las próximas horas se
construirán las estructuras necesarias para que las personas puedan ser
evacuadas de manera segura y un vado para ayudar a los productores.
La destrucción total de los puentes y el
colapso de un paño de la vía que conduce a Bambito por la fuerte lluvia
que cayó el domingo en la noche mantienen incomunicadas a más de 2,000
personas en las comunidades Las Nubes y Bambito, en Cerro Punta,
distrito de Bugaba.
Este sector permanecía ayer sin energía eléctrica por la caída de al menos tres postes de luz.
El director del Sistema Nacional de
Protección Civil (Sinaproc), José Donderis, informó que ayer fueron
recuperados los cadáveres de nueve personas que fallecieron a causa del
desastre.
Tres de los muertos son menores de edad.
Los dos primeros cuerpos fueron encontrados el domingo y corresponden
al niño Agustín Gallardo, de ocho meses de edad, y un ciudadano de 57
años que quedó atrapado en su casa, ambos en la comunidad de Las Nubes.
Ayer, en Bambito, fueron rescatados los
cuerpos de Carlos Zapata, de 32 años, conductor del busito de la ruta
David-Cerro Punta que cayó al río, y de Yureika Santos, su esposa.
Además se encontró el cadáver de un
hombre de 43 años, quien presuntamente viajaba en el bus cuando la
carretera colapsó, el vehículo cayó al río y fue arrastrado por la
fuerte corriente.
Aún las autoridades desconocen la
cantidad exacta de personas que viajaban en el autobús. Mientras, en La
Cantera, Volcán, fueron recuperados dos cadáveres, el de un joven de 24
años y el de una mujer de 36.
En el sector de El Lago, en Volcán, fueron hallados los cuerpos de un menor y un adulto flotando en el río.
Se espera que los cuerpos no identificados sean reconocidos en las próximas horas.
Plantaciones arrasadas
Además de las cinco viviendas destruidas
y los innumerables daños causados a otras, las embravecidas aguas
destruyeron con piedras y árboles tres puentes que comunicaban Las Nubes
con el resto de la provincia.
Esta situación, aunada a las hectáreas
de diversos sembradíos que fueron arrasadas totalmente en los márgenes
del río, producirá una escasez de vegetales en el país y pérdidas
millonarias para los productores.
El colapso de los puentes y la
afectación de un paño de la carretera en Bambito afecta a las
comunidades productoras de Las Nubes, Guadalupe, Cerro Punta, Bajo
Grande y Alto Pineda. Se calcula que las pérdidas serán cuantiosas,
debido a que los productores no podrán sacar sus cosechas.
Unos $150,000 en hortalizas producen por
semana los 300 pequeños productores de Las Nubes, aseguró Henry
Ledezma, agricultor del área. “Los productores de Las Nubes se dedican a
producir lechuga, repollo, apio, brócoli, y se estima que hay unas 400
hectáreas dedicadas a estas actividades”, afirmó.
Añadió que se producen unos 500 quintales de lechuga por semana, 300 de apio y repollo, entre otros productos.
Mientras, César Sánchez, productor,
afirmó que todavía no hay una cifra exacta de las pérdidas que han
sufrido una gran cantidad de productores que mantenían sembradíos a
orillas del río Chiriquí Viejo. Agregó que a esto hay que sumar las
áreas dedicadas a la producción de semillas de cebollas y hortalizas que
se perdieron en su totalidad, ya que los silos fueron arrasados.
“Este desastre ocasionará que la producción y la venta de legumbres quede estancada y haya pérdidas millonarias”, advirtió.
Indicó que solo en Las Nubes hay unos 150 productores de hortalizas, quienes han quedado totalmente aislados.
En tanto, el productor Aristides Araúz
dijo que la crecida le dejó pérdidas por medio millón de dólares, ya que
el río se llevó varios invernaderos.
Para Virgilio Saldaña, presidente de la
Asociación de Productores de Tierras Altas, las pérdidas serán
millonarias. Sostuvo que la mayor preocupación es poder sacar la
producción, de lo contrario, las pérdidas seguirán aumentando.
Un gran estruendo
“Entre las 6:50 p.m. y 7:00 p.m. pasó la
avalancha de agua con troncos y piedras que destruyó todo aguas abajo”,
narró Aristides Araúz, quien vive en el sector desde hace 47 años.
Relató que fue muy difícil observar cómo
la furia del río se llevaba los postes del tendido eléctrico, los
cables tiraban candela y el agua arrasaba las casas y lo cubría todo.
Ermilton Samudio, quien vive en Las
Nubes y cuya casa fue afectada, recuerda que empezó a llover a eso de
las 3:00 p.m. y a las 6:00 p.m. empezó a subir el nivel del río.
Precisó que el desastre se debió a tres
cabezas de agua que bajaron con un gran estruendo y los sorprendió,
debido a que el río tomaba por donde le daba la gana.
Dijo que en cuestión de segundos varias
casas que estaban cerca del río desaparecieron y muchas familias
actuaron rápidamente, corrieron a las partes altas para ponerse a salvo y
salvar sus vidas.
Varias familias indígenas perdieron sus casas.