Un par de incendios forestales generados por rayos hace tres semanas
seguían creciendo el sábado mientras amenazaban a cerca de 250 viviendas
en el extremo norte de California.
La
baja humedad y el clima cálido ayudaron a que el fuego que arde en el
Bosque Nacional Klamath muy cerca del pueblo minero y maderero de Happy
Camp siga arrasando a través de terreno escarpado lleno de árboles
marchitos por la extrema sequía que se ha registrado en el estado,
indicó el portavoz del Servicio Forestal, Marc Peebles.
Los dos incendios
son los más extensos entre aproximadamente 20 que se originaron en el
bosque cuando una tormenta eléctrica cruzó por el área el 11 de agosto.
En un inicio ubicados a poca distancia uno del otro, el sábado por la
mañana se unieron y juntos arrasaron con más de 233 kilómetros
cuadrados, casi 54.4 kilómetros cuadrados más que un día antes.
Las
viviendas amenazadas, a cuyos residentes se les ordenó una evacuación
obligatoria el viernes, incluyen cabañas y otras edificaciones públicas
dentro del bosque, así como casas particulares en el Condado Siskiyou,
dijo Peebles.
Cerca de dos mil bomberos y 11 helicópteros han
sido enviados para combatir las llamas en el Complejo Happy Camp, pero
el pronóstico de fuertes vientos para la tarde y noche podría afectar
sus esfuerzos para acorralar el fuego, añadió Peebles. Para el sábado,
sólo el 15 por ciento del incendio estaba contenido.
Mientras
tanto, otros incendios en el Bosque Nacional Klamath, a casi 111
kilómetros al sur de Happy Camp y que iniciaron con la caída de rayos el
31 de julio, seguían contenidos en un 73 por ciento.