La mayoría de los 180 vecinos desalojados de sus casas a raíz de los incendios de Aleas, pedanía de Gogollludo, y Bustares, ambos metidos ya en territorio del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, han comenzado a regresar a sus hogares después de que la bajada de las temperaturas y el cambio en la dirección del viento hayan comenzado a ayudar en la extinción del incendio.
El teniente coronel de la Unidad Militar de Emergencias (UME) Juan del Hierro, se ha mostrado "moderadamente optimista" sobre la posibilidad de controlar los dos incendios que continúan activos en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
Según ha declarado en el puesto de mando avanzado que se ha instalado en Veguillas, el cambio en las condiciones meteorológicas "ha contribuido mucho para posibilitar controlar el fuego". En este sentido ha destacado que la importante bajada de temperaturas que se ha producido facilita la extinción, aunque continúa soplando un fuerte viento en toda la zona que es el peor enemigo a la hora de apagar los incendios.
Ha considerado que el incendio, que se inició este viernes en Bustares, "tiene buena cara", mientras que el que se detectó el pasado jueves en Aleas, una pedanía de Cogolludo, no tiene llama, aunque cree que "se van a necesitar varios días para su extinción total". El responsable de la UME ha señalado que el fuego de Aleas-Cogolludo se ha caracterizado por su intermitencia y la ausencia de un frente continuo, de forma que ha presentado diferentes focos que han obligado a una dispersión de medios, que han dificultado las tareas de extinción.
En el caso del incendio de Bustares ha sido la orografía agreste la que ha complicado los trabajos. La Unidad Militar de Emergencias ha desplazado a los incendios de Guadalajara 275 efectivos de su Primer Batallón, con sede en la Base Aérea de Torrejón que tiene encomendadas las emergencias en Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid y Extremadura.