El trabajador humanitario Kent Branly, que
ejerce como director médico de un centro en Liberia de la ONG
estadounidense Samaritan's Purse, ha dado positivo en el virus del
ébola, según ha informado este sábado la propia organización en un
comunicado.
Brantly, casado y con dos hijos, está bajo tratamiento en un
centro de aislamiento en un hospital liberiano. "Samaritan's Purse se
compromete a hacer todo lo posible para ayudar al doctor Brantly durante
este momento de crisis", ha indicado la ONG.
La enfermedad del ébola, con una tasa de mortalidad del 60 por
ciento, ha provocado la muerte de 660 personas en Guinea, Liberia y
Sierra Leona desde que el brote fue identificado por primera vez en
febrero.
MUERE LA MUJER INFECTADA CON EBOLA QUE SE HABIA ESCAOADO DEL HOSPITAL
Las autoridades sanitarias de Sierra Leona han
informado del fallecimiento de una mujer que se escapó del hospital al
conocer que estaba infectada con el virus del ébola, después de
entregarse a la Policía.
El positivo de Saudatu Koroma, de 32 años, supuso el primer caso
de ébola en Freetown. La mujer se escapó del hospital después de conocer
que estaba infectada, aunque finalmente decidió entregarse, tras la
transmisión de varios mensajes a través de las radios locales en los que
se pedía ayuda para poder localizarla.
Koroma ha fallecido mientras era trasladada al este del país,
donde están situados los centros sanitarios donde se trata el virus del
ébola, que ha causado la muerte de más de 660 personas en África
Occidental este año.
Los padres de Koroma han sido internados en uno de estos centros,
donde se les realizarán pruebas para conocer si están infectados, según
ha informado la cadena británica BBC.
UNA ENFERMEDAD DIFÍCIL DE ATAJAR
La lucha contra el ébola está agotando los recursos de los débiles
sistemas de salud de la región, la falta de información y la
desconfianza hacia el personal médico ha llevado a muchas personas a
rechazar los tratamientos.
Aunque organizaciones médicas internacionales han enviado expertos
para contener el brote la Organización Mundial de Salud (OMS) sostiene
que la precaria infraestructura y la falta de recursos humanos limitan
los esfuerzos.
No existe cura o vacuna para el ébola, una enfermedad que causa
diarrea, vómitos y hemorragias externas e internas. El virus puede
producir la muerte de hasta el 90 por ciento de las personas infectadas
aunque la tasa de mortalidad del brote actual es de un 60 por ciento.