Solo una de las laderas y la cumbre del monte parecen de momento intactas, aunque los servicios de extinción luchan contra las llamas para impedir que sigan extendiéndose y arrasen también A Costiña, una de las laderas por las que trepa el pueblo de O Pindo y que durante la mañana se libró del fuego. Es una zona con una fuerte pendiente que dificulta enormemente el trabajo de los brigadistas. El incendio se había originado a las 21,37 horas del miércoles, en Arcos, en el vecino municipio de Mazaricos. El fuerte viento del nordeste permitió que las llamas se extendiesen a gran velocidad, alcanzasen el lugar de Caldebarcos, en Carnota, muy cerca del mar, y antes de la medianoche el Monte Pindo ya estaba completamente a merced de la devastación. El fuego siguió monte abajo y alcanzó la orilla de mar en el lugar de Quilmas."Por la parte del mar ya se quemó todo lo que tenía que quemar", ha lamentado el alcalde de Carnota, Ramón Noceda.
Decenas de vecinos han tenido que pasar la noche fuera de sus casas. Y aunque los equipos de extinción han logrado salvar las viviendas, muchas de ellas han sufrido daños en persianas y otros elementos exteriores. "Durante toda la noche, hemos tenido un cable de alta tensión soltando chispas delante de la puerta de casa", ha relatado una vecina de Quilmas. "Hemos pasado mucho miedo y nadie venía a ayudarnos". Es la tercera vez en dos décadas que se quema el Monte Pindo, la última en 2005. Desde hace algún tiempo, vecinos de la zona y ecologistas encabezaban una iniciativa para declarar el lugar parque natural. Carnota es un municipio particularmente golpeado por los desastres ambientales, ya que, en 2002, fue también, junto a Muxía, la localidad que sufrió con mayor intensidad la marea negra del petrolero Prestige.
Además, la Xunta ha desactivado el nivel 1 en el incendio registrado en el municipio pontevedrés de Ponte Caldelas, en la parroquia de Anceu. En esta localidad ardieron la semana pasada unas 600 hectáreas de monte en las proximidades de varias aldeas. La pasada noche ha sido probablemente la peor desde el inicio, a mediados de agosto, de la oleada de fuiego que castiga Galicia. Además del desastre ecológico de O Pindo, continúan activos los fuegos en Negreira, en A Coruña; y A Fonsagrada, en Lugo, que han calcinado en conjunto más de 1.000 hectáreas. Las llamas han llegado a estar próximas a viviendas de los núcleos de Lueiro, Barbazán y Lobios (en la parroquia de Lueiro, también en Negreira). Miembros de la UME y brigadistas han estado trabajando durante toda la noche intentando controlar unas llamas que todavía siguen quemando la zona.
EXTINGUIDOS
Según ha informado Medio Rural, han quedado extinguidos los incendios
registrados en la parroquia de Santo André de Vea, en A Estrada
(Pontevedra), que afectó a una superficie de unas 26 hectáreas y el
fuego iniciado en la madrugada del miércoles en Lalín (Pontevedra), en
la parroquia de Vilatuxe, con una superficie provisional afectada de
unas 28 hectáreas. La Guardia Civil informó ayer de la detención de un
hombre acusado de provocar este último fuego. También la Guardia Civil
detuvo ayer a un hombre en relación con el incendio registrado este
verano en la localidad pontevedresa de Oia, y que también afectó a la
vecina de O Rosal, y que calcinó más de 1.800 hectáreas. Esta persona
fue arrestada y tras declarar en los juzgados de Tui , la juez le ha
dejado en libertad con cargos. La investigación "concluye que tras el
incendio podría encontrarse la intención de regenerar pastos y que la
autoría estaba en manos de alguien que conocía muy bien la zona".
También ha sido detenido el presunto autor del fuego que sigue activo en
Lalín, un hombre que, según la Guardia Civil, fue sorprendido in
fraganti en pleno monte.