SIRE

SIRE
SERVICIO DE INFORMACION RADIO EMERGENCIA

miércoles, 18 de septiembre de 2013

LOCALIZADO EL CUERPO SIN VIDA DEL VECINO DE OJAIZ EN PLAYA DE SAN VICENTE

El cuerpo sin vida de Esteban Landa Rebolledo, el vecino de Ojáiz (Santander) de 62 años que había faltado de su casa el domingo 8 de septiembre, apareció ayer por la mañana en la playa de Gerra (San Vicente de la Barquera), depositado por la marea en la zona alta del arenal. Su hallazgo rompe definitivamente las esperanzas de su familia de encontrarlo con vida y, a la vez, confirma una de las teorías del dispositivo de búsqueda que se desarrolló a lo largo de la semana pasada en las costas de Cueto: que el hombre que se cayó al mar en la zona del Panteón del Inglés pudiera ser esta persona, sobre todo por la coincidencia de las fechas entre la denuncia de su desaparición y el accidente del que dio cuenta un testigo el lunes, día 9. Responsables del dispositivo dan por hecho que el cadáver ha llegado a Gerra tras emprender un infrecuente viaje al Oeste arrastrado por unas corrientes contrarias a las del Golfo, que sólo son habituales a principios de otoño o de primavera.
Fue sobre las nueve de la mañana de ayer cuando dos personas que paseaban por esta playa de San Vicente distinguieron a lo lejos un cuerpo tendido en la arena. No quisieron acercarse a comprobar qué era exactamente lo que habían visto, y decidieron avisar a los operarios de Mare que estaban limpiando el arenal. Fueron éstos los que llamaron a la Guardia Civil al comprobar que, en efecto, se trataba del cadáver de un hombre, que estaba vestido y con signos de llevar varios días ahogado.
Hasta San Vicente de la Barquera se desplazaron efectivos de la unidad orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, con base en Santander, que se hicieron cargo de la investigación y, después, el cuerpo fue trasladado hasta el hospital Valdecilla, donde hoy, jueves, se le realizará la autopsia.
 Huella dactilar
Ayer mismo, expertos de la Policía Científica analizaron las huellas dactilares de este cadáver y, al cotejarlas con las del DNI de Esteban Landa, resultaron coincidentes, según confirmaron a este periódico fuentes de la familia Landa.
La posibilidad de que Esteban Landa pudiera ser el accidentado en Cueto estuvo desde el principio en la mente de los efectivos de rescate que participaron a lo largo de la pasada semana en una intensa búsqueda llevada a cabo por aire y por mar, aunque los familiares del desaparecido también se aferraron a la opción de que pudiera estar vivo y que el de Cueto fuera otra persona, sobre todo después de que la Guardia Civil encontrara por la zona unas botas que no eran suyas. Incluso solicitaron una batida con perros de rastreo después de llevar varios días sin tener noticias suyas y difundieron la noticia de la desaparición en las redes sociales, obteniendo el apoyo de cientos de personas. Pero ayer, la Policía Científica dio la fatal noticia a un hermano de Esteban: «Lo han encontrado, han cotejado una huella dactilar con la del DNI de mi hermano y es él», dijo desolado a este periódico.

Dispositivo de búsqueda
A la vez, la noticia del hallazgo de un cadáver en San Vicente de la Barquera -cuando aún estaba sin identificar- llegó a los responsables del operativo de búsqueda desarrollado en la costa de Santander, que ocupó a unos cuarenta efectivos durante seis jornadas, desde que el lunes, 9 de septiembre, por la noche un pescador alertara al 112 de que había escuchado los gritos de auxilio de «un hombre mayor» en el mar, a la altura del Panteón del Inglés. Hasta este pasado sábado, día 14, se mantuvo activo este dispositivo y, aunque el rastreo se centró en la costa que va desde La Maruca hasta el faro de Cabo Mayor, las embarcaciones y los helicópteros del 112 y de Salvamento Marítimo extendieron el área de búsqueda bastante más allá a medida que pasaron los días, llegando hasta Suances hacia el Oeste y a Langre al Este. «Contábamos con la posibilidad de que el cuerpo pudiera ser arrastrado hacia el Oeste», comentó ayer a este periódico el director de Salvamento Marítimo, Julián Camus, que explicó que, según su experiencia, aunque «lo normal» hubiera sido que la corriente del Golfo llevara el cadáver en dirección a Las Landas (Francia), sobre todo si hubiera llegado hasta alta mar, en momentos muy concretos del año «se registran unos remolinos» que invierten esta tendencia, circunstancia que se registra a principios de primavera y de otoño. «Si hubiera sido junio o julio yo hubiera dicho que no, que es imposible. Pero en esta época es perfectamente factible, no me ha extrañado la noticia del hallazgo en ese punto», comentó.
Se descarta, también, que el viento tuviera algo que ver en este desplazamiento. «Ha soplado poco nordeste, y el cuerpo no llegó a salir a flote. Estaría entre dos aguas, y en ese estado el viento no influye en la dirección que pudiera llevar», comentó.
Aunque aún quedan abiertas otras posibilidades, todo indica que la naturaleza acabó despejando las incógnitas de dos historias que se desarrollaron de manera paralela.