«No ha habido suerte». Es el resumen de la larga jornada
de trabajo de uno de los buzos de Cruz Roja que ayer se sumergieron en
los acantilados de Cueto para descartar que el hombre que el lunes por
la noche cayó al mar en la zona del Panteón del Inglés no hubiera
quedado cerca de las rocas. No estaba allí, pero hoy, cuando se cumple
la quinta jornada de búsqueda, volverán a bucear por la zona y es
posible que se trasladen a otros puntos cercanos por si el cuerpo
todavía no hubiera salido a flote.
En el dispositivo de hoy viernes participan dos lanchas de
Cruz Roja y dos buzos. Los helicópteros se quedan en tierra por el
momento.
Los hombres rana se sumaron ayer a un dispositivo que ocupa
desde el lunes a unas 40 personas, entre las tripulaciones de los dos
helicópteros y las lanchas de Salvamento Marítimo, del 112, de la
Guardia Civil del Mar y de la propia Cruz Roja. Manejan programas
informáticos para calcular el lugar en el que buscar en función de las
mareas y el viento, «pero no es matemático», indica este buzo. No se
puede descartar nada, ni que fuera arrastrado hacia el Oeste ni que
llegara mar adentro y lo llevara la corriente del Golfo en dirección a
Francia. Ayer, el helicóptero realizó batidas desde Suances hasta
Langre, pero por la tarde se detuvo especialmente en la costa de La
Maruca hasta el faro de Cabo Mayor. Su vuelo bajo sorprendió a muchos,
impactados por la cercanía del aparato a tierra y el trabajo coordinado
con las embarcaciones.
Los investigadores piensan que el hombre que están buscando
podría ser Esteban Landa Rebolledo, el vecino de Ojáiz de 62 años que
se da por desaparecido desde el domingo por la tarde. Sin descartar que
pudiera tratarse de otra persona, esta hipótesis es una de las que cobra
más fuerza después de tantos días sin noticias de este hombre, desde
que saliera a dar un paseo y ya no regresara a su casa. A pesar de que
existe la posibilidad de que pudiera haber fallecido ahogado, la
búsqueda continúa por tierra y, de hecho, la familia ha solicitado a la
Policía Nacional y a la Guardia Civil que sumen los perros de rastreo al
dispositivo. No pierden la esperanza. El hallazgo de unas botas cerca
del Panteón del Inglés, que no pertenecen a Esteban, abre otras
posibilidades a las que se aferran. Cientos de personas se han volcado
con este caso a través de las redes sociales. La familia Landa deja un
teléfono, el 942320067, por si alguien tiene una pista sobre su
paradero.