La mayoría de los ataques se han registrado en la provincia
de Shaanxi. Una de las víctimas sufrió una insuficiencia renal aguda después de
que lo picaran los avispones, que lo persiguieron unos 200 metros. Otra
víctima, una mujer de 55 años, denunció haber sido picada más de 200 veces,
después de lo cual permaneció hospitalizada casi un mes.
El protagonista de estos ataques es el avispón asiático
gigante (Vespa mandarinia), que puede llegar a medir más de 5 centímetros de
largo, mientras que su aguijón alcanza los 6 milímetros y contiene una potente
neurotoxina. Los avispones son capaces de cubrir una distancia de 100
kilómetros en un solo día y de alcanzar una velocidad de hasta 40 kilómetros
por hora.
La cifra de muertos por ataques de avispas ha superado dos
veces el promedio anual de 2002-2005, según la policía y médicos locales. ¿A
qué se debe esta proliferación? Varios expertos la achacan al calentamiento
global, ya que el promedio de la temperatura invernal en la provincia afectada
se ha incrementado 1,10 grados centígrados en unos pocos años, lo que facilita
que más avispones sobrevivan en invierno. El fenómeno no solo afecta a China.
De hecho, el aumento de las temperaturas parece estar detrás de la propagación
de una especie de avispones chinos, la vespa velutina, en Corea del Sur y en
Europa. La principal presa del avispón chino son las abejas, y a medida que el
calentamiento global vuelve el ambiente cada vez más hospitalario para los avispones,
son más las abejas que mueren, informa el portal Quartz.
Esa especie no se ha extendido fuera de Asia, aunque se ha
confirmado su presencia puntual en EE.UU. Si el avispón asiático se extendiera
por EE.UU., podría representar una amenaza aún más grande que el avispón chino.
No sólo son cinco veces más grande que este, sino que sus enormes mandíbulas
les permiten decapitar abejas rápidamente: un avispón asiático gigante puede
matar 40 abejas por minuto. Un enjambre de menos de 30 avispones puede acabar
con una colonia de 30.000 abejas en apenas unas horas.