La lucha del hombre contra el fuego se concentra esta
madrugada en Rianxo, municipio costero de A Coruña. Allí, en el lugar de
Burés, enclavado en la parroquia de Santa María de Asados, se ha
originado la pasada tarde un incendio que según han comentado los
vecinos "ha avanzado sin control".
Las llamas han calcinado ya más de cien hectáreas, según el
último parte de la Consellería de Medio Rural y Mar, y han llevado el
pánico a este tranquilo pueblo, que todavía tiene en mente la vehemencia
de la lumbre en la vecina localidad de Boiro hace solo unos días.
Muchos rianxeiros, como Juanjo Rodríguez, casado y padre de
una niña pequeña, han salido a la calle con un único propósito, que "la
gestión del desastre sea su misión" en esta dura y engorrosa noche. "Es
el signo de los tiempos", afirma este hombre abatido, que confiesa
sentirse impotente, "porque cada vez que veo algo así me noto, y se lo
decía a mi mujer, Isabel, como atrapado en un laberinto en el que me
pregunto: ¿esto no es evitable, Dios mío?".
El alcalde de Rianxo, el nacionalista Adolfo Muíños, ha
aparcado el sueño y se ha desplazado para estar con los residentes y
seguir de cerca los trabajos. Observa, consternado, el monte Lioira y
echa una mano a aquellos que hacen contrafuegos con el propósito de
alejar esta lacra, que se vuelve más feroz quizás cuando afecta de lleno
a la vegetación y pone en riesgo, a la vez, las viviendas de
particulares situadas en los aledaños.
La Policía Autonómica ha escrito un mensaje en el Twitter
oficial, en el que agradece la labor de los profesionales y de aquellos
que han visto, y ven, sus casas amenazadas. Los hay que lloran
desconsoladamente. A la zona, de la que se ha apropiado una gran
humareda, se han desplazado un técnico, seis agentes, catorce brigadas,
nueve motobombas, tres palas, cinco aviones y otros tantos helicópteros,
y a esta hora prosiguen, sin descanso, las labores de extinción.
Otro incendio forestal declarado este mismo domingo en el
municipio ourensano de A Mezquita ha sido controlado, según ha indicado
la Consellería de Medio Rural, a falta de que se conozcan los datos de
la superficie afectada. El fuego se inició a las 17:43 horas en la
parroquia de Vilavella y trabajaron en su control numerosos medios,
cuatro helicópteros y ocho aviones, así como un técnico de medio rural,
dos agentes, nueve brigadas, tres motobombas y una pala.
El regidor, Rafael Pérez, que ha acudido presto a este
punto, ha señalado, en relación a este fuego, que no es el primero que
se produce en ese mismo lugar. En los últimos días, el municipio ha
contabilizado "varias tentativas de incendios" en esa misma área, que
cuenta con una plantación de pinos que supone "una importante riqueza
para el pueblo".
En concreto, el primer edil ha dicho tener conocimiento de
"entre tres y cuatro intentos", conatos, que al final no llegaron a más
"por suerte". Fuentes de los servicios de extinción han estimado que
ayer podrían haber ardido más de diez hectáreas.