Las montañas de Lugo y Ourense amanecieron nevadas pero el manto blanco también se extiende a lugares como Curtis, Chantada o Rodeiro
as previsiones se cumplieron y las montañas lucenses y ourensanas amanecieron nevadas, un manto blanco que ocasionó algunas incidencias. La principal tuvo lugar en el concello de Manzaneda, donde han tenido que ser rescatadas cuatro personas. Los miembros del GES de Castro Caldelas han tenido que evacuar a dos adultos y dos menores que quedaron atrapados en su coche cuando circulaban por la carretera que une Manzaneda y Paredela. Y es que la cantidad de nieve acumulada en la vía impedía al turismo continuar la marcha. Tras el incidente, los agentes de Tráfico cortaron la carretera, que discurre próxima a las pistas de esquí de Manzaneda.Además, la alerta naranja por nieve también han ocasionado una veintena de incidencias en las carreteras gallegas. El 112 Galicia registró entre las 8.00 y las 13.00 horas hasta 22 llamadas relacionadas tanto por nieve como por hielo.
Desde el mediodía es necesario el uso de cadenas para subir al Alto do Poio o para salir o entrar a O Cebreiro. La circulación es difícil en ambos sentidos en la carretera autonómica LU-633, concretamente entre el punto kilométrico 0, a la altura de O Cebreiro, y el 27, a su paso por Triacastela.
En Pedrafita do Cebreiro, varios particulares alertaron antes de las 11.00 horas de este domingo de que cinco coches no podían circular por la DP-1301, a la altura del lugar de Pacios. De hecho, han indicado que el espesor de la nieve alcanzaba los 10 centímetros.
En general, las carreteras de la montaña lucenses comienzan a tener acumulación de nieve, aunque por el momento se circula con precaución. Nieva con intensidad en puntos de Os Ancares y O Courel. A lo largo de la tarde se esperan dificultades en las vías de montaña, a pesar de que hay quitanieves trabajando. Por otra parte, ya está nevando débilmente en puntos más bajos, como la capital de Lugo.
Camiones parados por la nieve
En Verín, otro
particular ha alertado de cuatro camiones parados ante la presencia de
nieve en la carretera que une Verín con Campobecerros, a la altura del
kilómetro 17. Otro camión también vio interrumpida su marcha en A Fonsagrada, en el punto kilométrico 1 de la LU-701.En la A-52, a la altura de A Gudiña y A Mezquita, la caída de nieve en la carretera ha ralentizando la circulación rodada. Por su parte, en otros puntos de la geografía gallega se están registrando placas de hielo en la red viaria. También en la provincia de Lugo, particularmente en Chantada, la DGT ha decretado el nivel rojo debido a la nevada en la CG2-1 a su paso por la localidad lucense. El tramo afectado se extiende desde el punto kilométrico 40 al 43,05.
Varios particulares han alertado a lo largo de la mañana de la presencia de hielo en los firmes de carreteras de Rodeiro (PO-533), Monfero (AC-151), As Pontes (AC-101) y Vimianzo (AC-552).
El litoral coruñés permanece en alerta roja con olas que podrían alcanzar los nueve metros. El viento arranca el techo de una nave en Mos
El tiempo no mejora este domingo, al contrario, la situación en muchos concellos gallegos se complica cada vez más. Las intensas precipitaciones que han logrado desbordar varios ríos en la comunidad, y que se han recrudecido esta mañana, han puesto a distintos concellos contra las cuerdas. También la nieve que además de a zonas de Ourense y Lugo también afecta a concellos coruñeses como el de Curtis. Tormentas de rayos y granizo también han afectado a varios ayuntamientos.La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha decretado el nivel de alerta roja en el litoral coruñés por mar combinada, con olas que podrían alcanzar los nueve metros. La alerta se ha activado entre las 20 horas del domingo y de la madrugada de lunes.
Ante estas previciones, las distintas administraciones tomaron distintas medidas de precaución. La Xunta, por ejemplo, decidió cortar por la mañana el tráfico en el puente sobre la ría de Noia. Al mediodía la circulación rodada ya se había recuperado aunque no la peatonal. Las barreras sonoras de dicho puente han sufrido desprendimientos.
El Concello de A Coruña, por su parte, que mantendrá cerrados los accesos a playas, parques y jardines y que también ha prohibido las actividades al aire libre, no descarta que haya cortes puntuales de tráfico, que se centrarán en el paseo marítimo. Por el momento, los bomberos están realizando numerosas salidas para solucionar problemas en antenas, chimeneas, canalones y fachadas.
El Ayuntamiento coruñés
recomienda evitar el tráfico peatonal en esta zona durante el fin de
semana. Meteogalicia, por su parte, prevé ráfagas de viento que podrían
alcanzar los 80 kilómetros por hora durante la mañana y mantiene la
alerta naranja por viento y olas en toda la costa gallega durante el
domingo y el lunes.
En Vigo y su área de influencia, donde el temporal sigue azotando con fuerza, el nueve frente frío ha desplomado las temperatura hasta los tres grados
en el campus a mediodía con rachas de viento de 121 kilómetros por hora
en la zona portuaria la pasada madrugada. El viento derribó un árbol,
que cayó sobre la AP-9 en sentido Vigo, en el kilómetro 3 a la altura de
Teis.
También debido a las incesantes lluvias, la N-555 ha sido cortada al tráfico a la altura de Redondela (Pontevedra), mientras que la CG-4.1 sólo en dirección Cangas, concretamente en el kilómetro 1.
Ya en la provincia de Lugo, según concretan fuentes
de la DGT, la LU-P-1410 se encuentra restringida a la circulación debido
a la intensa lluvia, que ha provocado un socavón. En concreto, el corte
se registra en la zona de San Martín.Las mismas fuentes de la DGT han precisado que hay más carreteras cortadas al tráfico, pero sólo en un carril, por lo que es posible circular por el resto. También han indicado que la situación en la AP-9 está «bien», aunque se haya registrado «alguna granizada».
Consecuencias del temporal del sábado
Galicia vive un nuevo temporal cuando aún no ha superado las consecuencias del de ayer. En Lugo, por ejemplo, no ha sido hasta las siete de la mañana
cuando, gracias al trabajo de bomberos y Protección Civil y de vecinos
de viviendas y negocios del barrio A Ponte, cuando se ha conseguido
minimizar los efectos de una crecida del río Miño poco común en los
últimos años. El sábado su caudal subió un metro en 20 horas y anegó el Fluvial y el Balneario.En Redondela aún tratan de reponerse de la situación vivida en las últimas horas cuando el desprendimiento de una masa de barro, rocas de gran tamaño y agua arrasó parte de la parroquia de Santo Estevo de Negros, situada en una empinada ladera. Una riada procedente de lo alto del monte se llevó por delante árboles y dañó 4 coches hasta que se detuvo al impactar contra una casa.
