Íñigo de la Serna dice que los últimos datos "ratifican los peores pronósticos" y advierte de que la combinación de olas gigantes y marea viva "tiene mala pinta"
Los últimos datos recogidos por los especialistas de la Universidad de Cantabria indican que el temporal marítimo que está azotando desde este domingo las costas de la región alcanzará esta noche, con la pleamar de las cuatro de la madrugada, un punto crítico que podría tener consecuencias similares a las de febrero y marzo de 2014. En aquella ocasión, la mar arrasó con todo el frente marítimo de la capital cántabra y de otras localidades costeras y, en el caso de Santander, provocó daños millonarios a lo largo de todo el paseo marítimo de El Sardinero.El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, ha hecho un llamamiento a la población para que no se deje llevar por las apariencias de este día soleado, ya que en el mar "la situación va a ser difícil y complicada". Esta noche, la boya de la red Vigía en la Virgen del Mar ha registrado ya olas de 8,63 metros, y todo apunta a que esas cifras irán en aumento hasta superar los diez metros en la madrugada del lunes al martes. El regidor ha explicado que desde hacía dos años, precisamente cuando el mar devastó la fachada marítima de El Sardinero, no recibía la llamada del Departamento de Ciencias y Técnicas del Agua y del Medio Ambiente de la UC con una alerta por temporal.
"Los datos ratifican los peores pronósticos para esta madrugada. No queremos generar alarma -ha explicado De la Serna-, pero esta situación es anormal y todo apunta a que va a ser el fenómeno meteorológico más importante que se ha producido en Santander desde el temporal de febrero y marzo de 2014. Esta vez se espera un poco menos de altura de ola que entonces, pero hay que tener en cuenta que esta vez hay bastante menos playa que entonces.Confiamos en que no llegue a ser como lo de 2014, pero tiene mala pinta".
La costa cántabra está en alerta naranja desde este lunes a las nueve de la mañana -desde Finisterre hasta Avilés están en alerta roja-, así que el Ayuntamiento ha cerrado ya los accesos a El Camello, El Chiqui (avenida García Lago) y el zoo de La Magdalena. Pero además se ha puesto en contacto con con las comunidades de vecinos y los negocios del frente marítimo que ya sufrieron los efectos de las olas en 2014.
Para entender lo que va a pasar primero esta tarde, con la pleamar de las 16:34 horas, y luego de madrugada, hay que tener en cuenta la asociación de una serie de elementos que no coinciden a menudo. Para empezar, un temporal marítimo que está entrando desde Galicia y que arrastra una poderosa mar de fondo con olas gigantescas, no ya en alta mar, sino a pocas millas de la costa. A eso se suman unas mareas de elevado coeficiente que hacen que las subidas y las bajadas del nivel del agua sean muy pronunciadas, de manera que en la pleamar pueden llegar a sumergir los arenales. Eso no sería un problema si no fuera por el mar de fondo que está provocando el temporal.
Para terminar, hay que añadir los fuertes vientos que están azotando también la región, y que podrían ser especial incidencia mañana por la tarde. En este caso también hay que añadir una frecuencia de ola "bastante larga", en palabras del alcalde, de 19-20 segundos. Y por último, como ha recordado De la Serna, el volumen de arena de la Segunda Playa de El Sardinero no se ha recuperado todavía del temporal de 2014, así que la protección natural que aporta la arena es inferior a la de entonces y el agua no tendrá tantos problemas para llegar al paseo marítimo.
Por todo ello, el regidor ha reconocido que se podrían producir inundaciones en el frente marítimo. "La Universidad nos dice que es probable que la lámina de agua rebase el paseo martítimo", ha precisado.
De la Serna no ha descartado que la Agencia Estatal de Meteorología eleve la actual alerta naranja en la costa cántabra a nivel rojo (riesgo extremo), en cuyo caso se tomarían medidas adicionales, como cortar al tráfico de vehículos y peatones el entorno del Parque de Mesones, la calle Doctor Fleming y el colegio San Agustín.
El Ayuntamiento no tiene previstas medidas preventivas más allá del corte de calles cercanas a la Segunda Playa de El Sardinero. El alcalde ha reconocido que el problema de la reflexión de la ola en el muro que sostiene la avenida Manuel García Lago requiere de una intervención a nivel de infraestructuras, que de hecho se está negociando con el Gobierno central: un dique que permita dividir la ola para restarle energía y el dragado y relleno del propio arenal.
