La fuerte marejada, similar a la de hace dos años, abrió boquetes en el dique de Luarca e inundó locales en Luanco
El invierno loco dio ayer caña por partida triple: hubo olas, viento y lluvia a raudales en todo el litoral asturiano. El temporal, que recuerda al de febrero de 2014, dejó récords nacionales del día: la mayor ola, de 11,43 metros, en Cudillero, y la racha de viento más intensa, de 148 kilómetros por hora, en Cabo Busto. Estas bruscas condiciones obligaron a cerrar en prácticamente todos los concejos de la costa los accesos a las playas. El objetivo era evitar desgracias como la de este lunes en Frexulfe (Navia), donde una ola arrancó de los brazos de su abuelo a un niño de 20 meses.Ayer, la peor parte de la tempestad se la llevó Luanco. El fuerte oleaje golpeó el centro de día, ubicado en la playa de la Ribera, dejando importantes desperfectos. Pero los daños se repartieron por toda la región: la caída de un árbol destrozó un merendero del Campo de San Roque en Tineo, la mar abrió boquetes en el dique de la Encoronada en Luarca, las barandillas volaron por los aires en el paseo de la playa de la Concha de Artedo, en Cudillero... Y ante el temor de que el entierro de la sardina acabase en fatalidad, se suspendieron los carnavales de muchos puntos del Principado.
El transporte público también pasó problemas a causa del vendaval. Las líneas de cercanías de Renfe entre Lugo de Llanera- Gijón, y Nubledo- San Juan de Nieva estuvieron cortadas durante casi dos horas. Mientras, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se desprendió una chapa metálica, que voló y se estrelló contra una cristalera en una zona sin pacientes y sin causar ningún daño reseñable.
Este es un repaso de occidente a oriente sobre las consecuencias del temporal en Asturias. Para hoy se mantiene el aviso naranja (riesgo importante) por fenómenos costeros.
Castropol. Los accesos a las playas del concejo y al faro de la punta de La Cruz estuvieron cerrados para evitar imprudencias. El temporal de mar provocó algunos daños menores en las obras de saneamiento de la ría del Eo. El regidor, José Ángel Pérez, llama la atención sobre la necesidad de reforzar y mejorar el muro de contención del puerto, muy deteriorado.
Tapia de Casariego. Los principales problemas se registraron en el entorno de A Xungueira, justo en la desembocadura del río Anguileiro en la playa de Tapia. El agua provocó daños en las márgenes del río, que afectaron a la base del campo de fútbol y a la carretera de acceso a la Reburdia. El alcalde tapiego, Enrique Fernández, asegura que la solución pasa por construir una escollera a ambos márgenes del río.
El Franco. El puerto de Viavélez resistió sin daños el envite de las olas. El patrón mayor, Carlos Bedia, asegura que la pleamar se vivió con "mucho apuro e inquietud" por miedo a lo que pudiera pasar. Por su parte, la regidora Cecilia Pérez explica que el viento provocó la caída de árboles en Villar, Caballeiros y Lóngara.
Coaña y Navia. En el primer concejo no se produjo ningún daño y en el segundo, sólo se hundió una lancha en Puerto de Vega. Las obras que se hicieron a raíz del temporal de 2014 ayudaron a proteger el pueblo de las olas.
Luarca. La peor parte se la llevó el dique de la Encoronada. La fuerza del mar dejó dos boquetes de dimensiones considerables en el estructura. El patrón mayor, Manuel Jesús Iglesias, indicó que los daños "deberían ser reparados cuento antes". También se registraron destrozos en el acceso a la playa urbana de Salinas de Luarca, donde se levantó el firme.
Cudillero. La fuerza de la marejada se llevó por delante las barandillas del paseo de madera de la playa de la Concha de Artedo. También hubo que lamentar inundaciones en los terrenos cercanos a la desembocadura del río. En la capital, el viento arrastró las casetas de trabajo de la empresa que ejecuta las obras de refuerzo de la acantilado del paseo del faro.
Tineo. El fuerte viento propició la caída de varios árboles, causando uno de ellos daños materiales en un local hostelero situado en el Campo de San Roque. Además, se registraron dos caídas más de árboles en la carretera, sin causar daños materiales. Uno de ellos, sobre la calzada de la AS-215, en las inmediaciones de El Rodical, y el otro en La Casa del Puerto.
Muros de Nalón. "Por suerte no tenemos ninguna incidencia", afirmó la alcaldesa Carmen Arango. El fuerte oleaje que azota a la costa cantábrica no destrozó la infraestructura portuaria de San Esteban de Pravia ni dañó el mobiliario de la playa de Aguilar.
Castrillón. La carretera de Salinas a Arnao por el túnel estuvo cerrada todo el día al igual que el lunes, así como los accesos al Museo de Anclas y a La Peñona, en Salinas. La Policía Local y la Guardia Civil incrementaron la vigilancia en las zonas costeras del concejo. No se produjeron problemas más allá de la caída de contenedores.
Oviedo. La nota más anecdótica la pusieron los vecinos de Villar, en Trubia. Un árbol cayó por acción del viento en medio de la carretera AS-313, que une Grado y Trubia, y fueron los lugareños los que se pusieron a cortar el tronco con el fin de despejar cuanto antes el vial. En el centro de Oviedo, el aire sopló tanto que cayeron tejas en la avenida Colón, lo que obligó a cortar durante media hora la calle.
Carreño. El temporal sacudió Candás con olas de hasta cinco metros, obligando a la Policía Local a cerrar las playas de La Pregona y Palmera. La alcaldesa del municipio, Amelia Fernández, pidió extremar la precaución en las zonas próximas a la costa. Pese a ello, hubo atrevidos que bajaron hasta el espigón del arenal de Palmera para sacar fotos del oleaje.
Gijón. Los Bomberos del Ayuntamiento realizaron más de una treintena de intervenciones con motivo del temporal. En ninguno de los casos hubo que lamentar daños personales de importancia. La estación meteorológica local asegura que las mayores rachas de viento se alcanzaron pocos minutos después de las nueve de la mañana, con 66 kilómetros por hora. Los efectivos de extinción de incendios también tuvieron que intervenir en un pequeño incendio forestal registrado poco antes de las doce del mediodía en el Monte Areo, en donde fue necesario emplear 500 litros de agua para la extinción de las llamas. Hubo desprendimientos por varias zonas de la ciudad.
Villaviciosa. Por suerte no hubo destrozos y lo que dejó la mar fueron imágenes espectaculares. "Lo que podía haber sido no fue, gracias a Dios", comenta una de las vecinas, Cristina Carneado. A partir de las tres de la tarde Protección Civil estuvo vigilando las playas de Merón, La Ñora y España.
Colunga. El temporal no dejó más que algo de suciedad en la desembocadura de los ríos en las playas de La Griega y La Isla, sin llegar a afectar a las infraestructuras del puerto.
Ribadesella. El paseo de la playa de Santa Marina fue el peor parado, que se llenó de basura. Al mediodía se cortaron los paseos de Santa Marina, la Punta´ l Pozu, La Grúa para evitar que los viandantes accedieran a estos puntos. Además de los agentes de la Policía Local, un operativo de Protección Civil hizo guardia durante el día y la noche para atender posibles incidencias.
Llanes. La espectacularidad del temporal dejó en el litoral llanisco infinidad de imágenes para el recuerdo. El paseo de San Pedro, la zona del fuerte o la zona del faro, fueron los lugares donde mayor número de curiosos se concentraron. En Llanes capital, el acceso a la zona portuaria y a los "Cubos de la memoria" estuvieron cerrados. No hubo que lamentar daños.
Piloña. Las intensas ráfagas de aire tumbaron un árbol, que acabó colisionando contra la catenaria del tren. Hasta el lugar de los hechos tse desplazaron una dotación de bomberos para cortar el árbol y varios efectivos de la Guardia Civil para regular el tráfico. Uno de los carriles de la carretera N-634, que discurre entre La Reboria y Lléu, estuvo cerrado durante horas para permitir las labores en la zona. Varios testigos indicaron que si no llega a ser por los cables del tren, el árbol hubiese caído sobre el camino, causando mayores daños. El tramo ferroviario que conecta De Villamayor con Infiesto permanece cortado