Su mejor amiga duda de la versión del detenido, con el que dice había
intentado cortar la relación en varias ocasiones, de que se la haya
llevado un encapuchado
La policía sigue varias líneas de investigación para tratar de encontrar a Beatriz López Blanco, la lucense de 26 años que se encuentra en paradero desconocido desde el viernes pasado. No descarta que la joven haya desaparecido de forma voluntaria, hipótesis que, sin embargo, rechaza por completo su compañera de piso, María, que fue la que alertó a los padres de la desaparición. Para esta amiga, que asegura que tiene trato de hermana con Beatriz López, con la que vive desde hace seis años, Bebuchiña, como la llama de forma cariñosa, no daba ningún paso sin comunicárselo antes, por lo que piensa que, o bien le ha ocurrido algo, o está retenida en algún sitio contra su voluntad.
La policía sigue varias líneas de investigación para tratar de encontrar a Beatriz López Blanco, la lucense de 26 años que se encuentra en paradero desconocido desde el viernes pasado. No descarta que la joven haya desaparecido de forma voluntaria, hipótesis que, sin embargo, rechaza por completo su compañera de piso, María, que fue la que alertó a los padres de la desaparición. Para esta amiga, que asegura que tiene trato de hermana con Beatriz López, con la que vive desde hace seis años, Bebuchiña, como la llama de forma cariñosa, no daba ningún paso sin comunicárselo antes, por lo que piensa que, o bien le ha ocurrido algo, o está retenida en algún sitio contra su voluntad.
María insiste en que si se hubiera ido de forma
voluntaria la habría llamado porque, aunque no tuviera batería en el
móvil, que sí llevaba cargador, se sabe su número de memoria y podría
contactar con ella en cualquier momento. «Bea no está bien -dijo- algo
le hicieron, no sé qué, pero me gustaría saberlo», confesó entre
llanto.
A la joven compañera de piso no le parece muy factible la versión del vecino de Baralla
que está detenido y pendiente de pasar a disposición judicial, de que
la última vez que la vio fue el viernes sobre las siete y media de la
tarde. Le dijo que la vio marcharse con un joven encapuchado, cuando
él la dejó en la zona de las calle Guardias, de Lugo, despues de haber
ido a pagar un recibo. Estas manifestaciones parece que tampoco
convencieron a los policías que llevan la investigación, que ya a M. R.
V., de 31 años, vecino de Baralla, no lo dejaron salir de la comisaría
de policía, a la que acudió en compañía del padre de Beatriz, Pedro
López, y de María. Los tres se personaron juntos a presentar la
denuncia de desaparición.
La compañera de piso asegura que Beatriz López no
mantenía una relación seria con el joven de Baralla detenido, al que
ella misma no consideraba su pareja, mientras que él si creía que era
así. Según esta versión, en varias ocasiones intentó dejarlo, pero no
fue posible conseguirlo. Se conocieron a través de Internet y llevaban
dos años con altibajos.
«Necesito verla y abrazarla»
María apeló a la ciudadanía para tratar de localizar a
su amiga. «Necesito verla y abrazarla, que aparezca y que esté bien»,
dijo.
El padre de Beatriz, Pedro López, confesó esta mañana
que la familia se encontraba desesperada por la ausencia de noticias de
su hija. Se enteraron de la desaparición a través de la compañera de
piso de su hija, que fue la que se lo comunicó y con la que acudieron a
comisaría. Allí fue dónde conocieron al detenido. Antes su hija ni se lo
había presentado, ni les había hablado de él.
Pedro López acudió esta mañana a la comisaría de
policía para saber si había alguna noticia sobre el paradero de su hija.
«Me dijeron que estaban investigando y trabajando, pero que no había
nada nuevo». Él tampoco cree que su hija se haya marchado de forma
voluntaria. «No lo creo, por las circunstancias», añadió.