Un cura fue rescatado del agua en Tui y un desplome cortó el Corredor de O Morrazo
El desprendimiento de una masa de barro, rocas de gran tamaño y agua arrasó el sábado de madrugada parte de la parroquia de Santo Estevo de Negros, en Redondela, situada en una empinada ladera. Una riada procedente de lo alto del monte se llevó por delante árboles y dañó 4 coches hasta que se detuvo al impactar contra una casa. Fue necesario cortar al tráfico la carretera N-555.El concejal delegado de Seguridad de Redondela, Arturo González, explicó el sábado que «se creó una bolsa de agua estancada que reventó un muro y la riada arrastró rocas y tierra desde lo más alto, que cayó en avalancha sobre el vial y las casas. El agua escurre toda la bajante del monte».
El origen está situado en una antigua zona de molinos de agua. Los técnicos de Aqualia sospecharon que el origen podría tener lugar en la tubería que suministra agua a la ciudad de Vigo pero fue descartada cualquier avería. Durante la noche, el servicio de mantenimiento de carreteras trabajó para despejar la N-555 pero la corriente de agua seguía sin ser controlada.
El municipio de Redondela fue especialmente castigado por las lluvias desde el viernes. El río Alvedosa que cruza el centro de la villa de Redondela se desbordó y el agua invadió los locales, garajes y bajos comerciales. Decenas de particulares llamaron al 112 para alertar de que sus calles estaban inundadas. «Actuamos toda la noche en O Salgueiral e Pai Crespo, estuvimos al límite por el riesgo de que el cauce se desbordase más, hubo que vaciar comercios y garajes», cuenta un hombre del Grumir.
Redondela no fue la única afectada del sur de la provincia de Pontevedra. El Corredor de O Morrazo también quedó cortado durante horas a causa de un desprendimiento de tierra sobre la calzada en un tramo de tres kilómetros, a la salida de Cangas. La Xunta decidió mantenerlo cerrado en sentido Cangas por motivos de seguridad.
Herido un guardia civil
El cura viajaba solo en el vehículo por el camino de la Veiga del Louro pese a que la zona estaba precintada por las previsiones del desbordamiento del río. El sacerdote cruzó igualmente y quedó inmovilizado mientras el agua entraba en su vehículo. El clérigo pidió auxilio por teléfono y los bomberos llegaron a tiempo para salvarlo. La Guardia Civil trasladó al sacerdote a su casa sano y salvo tras el susto.
También hubo inundaciones en el río Tea a su paso por el municipio de Ponteareas. Un agente de la Guardia Civil resultó herido leve en el operativo de rescate que hubo para sacar a siete adultos y un niño de tres viviendas afectadas por la inundación del Tea, en la parroquia de Moreira. El nivel del agua superó el metro y medio.
En Crecente, en Friera, dos casas quedaron afectadas por las riadas del monte y la Guardia Civil participa en la retirada de barro y piedras que cayeron sobre el vial de acceso. Además, el tráfico ferroviario quedó interrumpido. En Mos, en Os Valos, se derrumbó un talud de tierra y se desalojó la vivienda.